En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el vicepresidente explicó que esta reforma es "el punto inicial obligado" de la agenda social del Gobierno para los próximos meses. Según dijo, el Gobierno se esforzará para que haya un cambio "sustantivo" en esta materia a principios del próximo año, para lo que dedicará "dos meses intensivos" de trabajo con los agentes sociales y las comunidades autónomas, que son las que tienen la competencia de ejecución de estas políticas.
En este sentido, insistió en que el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, tiene instrucciones del presidente del Gobierno para restablecer el diálogo social cuanto antes. El propio Gómez avanzó este miércoles que convocaría a sindicatos y patronal a una primera reunión la semana que viene para establecer el calendario y el método de trabajo.
Las claves de la reforma
El ministro de Trabajo informó al Consejo de Ministros de las claves de la reforma de las políticas activas, que hará de las necesidades de las personas sin trabajo el "centro de gravedad" de los servicios públicos de empleo, cuya organización y funcionamiento se verá reforzada con recursos humanos, materiales y tecnológicos.
También se buscará la colaboración con agentes privados en la intermediación laboral, aunque preservando el papel central de los servicios públicos. Por otra parte, se reordenarán los recursos que se destinan a las políticas activas, que están en el entorno de los 8.000 millones de euros, una cantidad similar a lo que se gasta el Estado en la seguridad de los españoles, según subrayó Rubalcaba.
Esa reordenación incluirá una evaluación permanente del sistema de bonificaciones a la contratación, para verificar si cumple los objetivos previstos y para que a medio plazo vayan teniendo cada vez menos peso en la composición del gasto público.
En un comunicado, el Ministerio de Trabajo señala que los recursos que en España se dedican a las políticas activas de empleo son muy limitados en relación con los países europeos que son referentes en esta materia, por lo que la intención del Ejecutivo es ir aumentándolos cuando las condiciones económicas lo permitan.
Trabajo recuerda que muchos de los actuales programas de empleo fueron diseñados hace 25 años, por lo que también deberían ser objeto de una revisión en profundidad, al tiempo que se debería ahondar en la vinculación entre dichos programas y las prestaciones por desempleo.