Durante la audiencia de confirmación ante el Comité de Finanzas del Senado el miércoles pasado, Geithner se disculpó por los "errores" en sus impuestos, y dijo que pagó al Servicio de Rentas Internas, que depende del Tesoro, los 34.000 dólares que debía, más intereses.
Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, trabajó en el Fondo Monetario Internacional entre 2001 y 2004, y aunque pagó impuestos en 2001 y 2002 después de una auditoría, saldó el resto hasta poco antes de ser nombrado por el entonces presidente electo, Barack Obama.
El problema le costó el lunes el apoyo de Charles Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité, así como de Jeff Sessions y Susan Collins, quienes indicaron que su conciencia no les dejaría apoyarlo.
Los tres republicanos destacaron que el impago de impuestos no es algo leve, que la ley tributaria aplica por igual a todos y que EEUU necesita a alguien que ayude a recuperar la confianza del público en el Gobierno. Pero, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, aseguró que "no hay nadie mejor preparado" que Geithner para impulsar la nueva agenda económica.
La continua crisis hipotecaria, la incertidumbre en Wall Street y el congelamiento de crédito constituyen una "tormenta económica" que requiere del liderazgo "tenaz, decisivo y sabio" de Geithner, aseguró Reid.
Por su parte, el "número dos" del Senado, Dick Durbin, enfatizó: "es claro que la economía está en picada" y que "necesitamos el liderazgo (de Geithner)" para salir de la crisis.
Pero, si regresa al Congreso con la mano extendida, argumentó entonces, "seremos muy claros sobre por qué se necesitan esos recursos, cómo pensamos utilizarlos y cuáles son los objetivos que esperamos alcanzar".
Sin embargo, se encontraría con un Congreso inapetente en torno a más ayudas al sector financiero, ya que a sus miembros les molestó la gestión inicial del plan de rescate y lo que muchos legisladores percibieron como poca transparencia o rendición de cuentas sobre el manejo de los fondos, contenidos en el programa conocido como "TARP", por sus siglas en inglés.
El malestar aumentó cuando salió a la luz pública que algunos de los bancos que recibieron el salvavidas del Congreso no lo usaron para flexibilizar el crédito sino que acapararon el dinero. En ese sentido, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs , dijo en rueda de prensa que el presidente Obama piensa utilizar la mitad que resta del "TARP", 350.000 millones de dólares, para liberar más crédito a los consumidores y empresas , y para atajar las ejecuciones hipotecarias.
Sin ofrecer detalles, Gibbs sostuvo que Obama ha pedido recomendaciones de sus asesores económicos "para responder específicamente a las ejecuciones hipotecarias y (fomentar) la estabilidad financiera en los bancos".
El nuevo secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, inicia su andadura al frente de la Hacienda estadounidense con la presentación de una batería de medidas que p retenden hacer más transparente el plan de rescate bancario , así como limitar la influencia de los grupos de presión.
"Los contribuyentes estadounidenses merecen conocer que su dinero se emplea de la manera más efectiva para estabilizar el sistema financiero", señaló Geithner en una de sus primeras decisiones como nuevo secretario del Tesoro que sigue la línea de transparencia propugnada por el presidente, Barack Obama, desde su investidura.
En este sentido, el Tesoro pondrá en práctica diversas salvaguardias para prevenir la potencial influencia por parte de grupos de presión sobre el programa de rescate bancario, incluyendo medidas dirigidas a restringir los contactos con representantes de estos grupos en relación a la solicitud o desembolso de fondos del plan.
Asimismo, el Departamento del Tesoro pretende garantizar la ausencia de interferencias de índole política en las decisiones relativas al plan de rescate, por lo que establecerá un modelo para limitar la influencia política en asuntos fiscales.
Por otro lado, la Oficina de Estabilidad Financiera (OFS) se encargará de certificar que cada decisión está justificada únicamente por criterios de inversión y los hechos específicos de cada caso. De este modo, el proceso de inversión estará fundamentado en "criterios objetivos" y será "más transparente". En concreto, sólo podrán optar a estas inversiones de capital aquellos bancos recomendados por el regulador.
Asimismo, la OFS publicará una descripción detallada del procedimiento de examen de estas inversiones llevado a cabo por los reguladores y la propia OFS. Además, el Departamento del Tesoro se encargará de garantizar los recursos adecuados para responder a las solicitudes tan rapidamente como sea posible, dando prioridad a la fecha en que las solicitudes fueran recibidas por la OFS.