Después de que el ministro de Trabajo Celestino Corbacho, tomara el testigo que dejó en 1995 Pedro Solbes y volviera a recomendar a los españoles que se hicieran un plan de pensiones privado, el presidente del Gobierno contestó el pasado miércoles (a preguntas de los periodistas en los pasillos del Congreso) que él no tenía un plan de pensiones privado. No ocultó que la pregunta le desagradaba profundamente.
Pero las mentiras tienen las patas muy cortas, sobre todo cuando se revisan las hemerotecas. Un cuestionario que rellenó el presidente en 2004, cuando aún era candidato a la presidencia, desvela que Zapatero ya había decidido acudir al sector privado para garantizar su jubilación. "Sólo tengo dos planes de pensiones" decía el presidente a las preguntas de mi cartera de Inversión en marzo de 2004.
Esta publicación se interesó por el patrimonio y las preferencias de inversión de Mariano Rajoy y de José Luis Rodríguez Zapatero, ambos candidatos a la presidencia del Gobierno. Según la información de aquella publicación, el candidato socialista tenía dos planes de pensiones. Concretamente uno de SCH Renta Fija Mixta y otro SCH Renta Variable Mixta.
Según informa ABC (citando a su portal especializado Finanzas.com) el presidente del Gobierno tiene 1.121 euros en el Santander Futuro 2015 en el que aportó 30 euros mensuales hasta noviembre del 2000. Además, tiene consolidados otros 1.625 euros en el plan Santander Futuro 2030 en el que aportó también 30 euros mensuales hasta mayo del 2004.
Fuentes de Moncloa admitieron al diario que Zapatero tiene estos dos planes, pero intentaron salvarle la cara afirmando que se "olvidó" porque ya no aporta dinero. Libertad Digital preguntó a los servicios de prensa oficiales (que ahora dirige el ex director del diario Público, Felix Monteira. A las 21:00 horas todavía no había recibido respuesta.
En realidad tiene tres planes
Pero a Zapatero no sólo se le "olvidan" estos dos planes de pensiones, sino que tampoco recuerda que las Cortes Generales contemplan un complemento de jubilación que garantiza llegar a la pensión máxima habiendo sido diputado o senador un mínimo de once años.
También hay un Plan de Previsión Social para todos los diputados al que se destina el 10% de la asignación constitucional que reciben. Los políticos tienen una jubilación de oro. En 2006 la Mesa del Congreso de los Diputados y del Senado aprobaron el Reglamento de pensiones parlamentarias y otras prestaciones económicas a favor de los ex parlamentarios para, "cubrir una laguna normativa que existe desde la aprobación de los Reglamentos del Congreso de los Diputados del Senado en 1982".
Y es que los ministros no predican con el ejemplo. Corbacho, María Teresa Fernández de la Vega, Elena Espinosa, Miguel Sebastián o Beatriz Corredor tienen planes privados privado. También en las filas populares triunfa esta opción de ahorro a largo plazo, aunque lo más destacable es la actitud del portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que admite haber contratado un fondo de este tipo y, al mismo tiempo, lo desaconseja a los ciudadanos.