En el número de esta semana,The Economist recuerda que la política de Zapatero consistía en "gastar, gastar, gastar", y que ahora se ha convertido en "impuestos, impuestos, impuestos", ya que, a medida que se dispara el déficit y que la recuperación se mantiene esquiva, Zapatero "ha dejado claro" que pretende hacer balance en los libros de contabilidad subiendo los tributos.
La publicación inglesa recuerda que el jefe del Ejecutivo adelantó que la subida de impuestos no superará el 1,5% del PIB del total de las administraciones públicas, aunque no concretó cómo haría efectivo el incremento fiscal y se mostró dispuesto a negociar con los partidos las eventuales subidas.
Según The Economist, el giro de 180 grados se ve en que durante los años anteriores el Gobierno de Zapatero se dedicó a recortar el mínimo sobre la renta, eliminar el Impuesto de Patrimonio y a introducir una "medida populista", que consistía en una deducción de 400 euros en el IRPF. "Pero eso fue en pleno auge de la economía española", subraya.
Ahora el momento es distinto y, según la publicación, no parece que la crisis vaya a dar un respiro pronto, ya que la recesión en España, empeorada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, es distinta a la de otros países europeos. "Algunas economías ya se están recuperando, pero la española no se recuperará hasta dentro de un año", aventura.
Asimismo, cree que el "enorme agujero" en las cuentas públicas llevará a España a registrar un déficit público cercano al 10% este año, lo que hace que, a menos que esté dispuesto a recortar los gastos, Zapatero sólo podrá sanear el déficit mediante el incremento de impuestos o a través de préstamos.
"Parece estar abierto a llevar a cabo ambas alternativas", señala la publicación británica, tras apuntar al alcohol, tabaco, gasolina y las ganancias de capitales como objetivos principales de la subida de impuestos en la que trabaja el Ejecutivo socialista.
Además, recuerda que el principal partido de la oposición, el PP, pide recortes de gasto y "se mofa" de los movimientos del presidente al decir que ha cavado un agujero en las cuentas públicas imposible de tapar con cualquier subida de impuestos. "Zapatero muestra poca predisposición para el recorte de gastos a largo plazo (..) Parece que está almacenando problemas para el futuro", indica.