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Las claves del conflicto: 1.670 horas de trabajo al año pero menos extraordinarias

La huelga oculta de los controladores aéreos planteada este viernes tiene su origen en la Ley 9/2010 que fijaba un número máximo de 1.670 horas de trabajo al año para este colectivo. Son menos horas de las que trabajaron en 2009, pero también menos sueldo.

El nuevo pulso de los controladores aéreos ha venido desencadenado por la decisión del Consejo de Ministros de aclarar el máximo de horas de trabajo que fijaba la Ley 9/2010. Según esta norma, el número máximo de horas que pueden trabajar los controladores es de 1.670 al año. Esto limitaba las horas extras de las que podían disfrutar (lo que suponía un importante mordisco en sus ingresos).

Desde que se aprobó, Aena y los controladores han venido manteniendo un pulso por la interpretación de cómo computar estas 1.670 horas. Para los controladores, debía contar como tiempo trabajado las horas sindicales, las bajas o las reducciones de jornada. Sin embargo, la empresa defendía que estas horas no debían sumarse.

De hecho, en muchos aeropuertos comenzaba a haber problemas, porque con la contabilidad de los controladores, ya había muchos profesionales que estaban muy cerca de traspasar ese límite legal de horas de trabajo. Es decir, cabía la posibilidad de que algunos centros de control tuvieran que cerrar porque todos los trabajadores hubieran ya llegado a su máximo.

Este viernes, el Consejo de Ministros ha terciado en la situación, aclarando cómo se computarán las horas trabajadas. Y se ha puesto del lado de Aena (lo que por otro lado es lógico, es una compañía pública). Lo que ha hecho es mantener el límite de las 1.670 horas máximas trabajadas, pero no se contabilizarán como tales, "los permisos sindicales, las imaginarias, las licencias y ausencias por incapacidad laboral, así como las reducciones de jornada".

A pesar de lo que se vende desde los sindicatos de controladores, el año pasado, se trabajó más en este colectivo. La media de horas fue de 1.750. Esto quiere decir que la gran mayoría de controladores trabajó en 2009 más que las horas fijadas como máximas ahora. Eso sí, lo que cambia es el número de horas extra (que se cobran con un jugoso sobresueldo). En 2009, el tiempo fijado en el horario convencional era de 1.200 horas, a las que se sumaron las 550 horas extra de media que trabajó cada uno. Este año, el número de horas extra no superará las 80. Por eso, la remuneración por trabajador caerá en unos 140.000 euros de media, según Fomento.

Éste fue el origen del conflicto, al que se ha unido este viernes la discusión acerca de cómo contar las horas de trabajo, hasta esas 1.670 horas.

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