LD (L. Ramirez y A. Díaz) El consejero delegado de Spanair, perteneciente a Scandinavian Airlines, Marcus Hedblom, no ve razón para suspender los vuelos de los aviones tipo MD-82 después de que un aparato de este modelo sufriera el miércoles un accidente en el Aeropuerto de Barajas en el que murieron más de 150 personas.
A juicio de Hedblom no existen "causas suficientes" para acometer una revisión específica de los aviones de Spanair que son del mismo modelo que el siniestrado. El directivo apeló a las revisiones rutinarias que se realizan en el sector aéreo porque, en su opinión, es suficiente con haber "hablado con los fabricantes" -especialmente con Boeing- y "éstos nos han dicho que no es necesario realizar inspecciones ad hoc".
Para Hedblom, "ahora lo fundamental es averiguar lo que ha pasado", para lo cual ha puesto "todos los recursos" de la compañía a disposición de la comisión de investigación que este jueves ha iniciado ya sus trabajos.
Se calentó una toma de aire
Según Spanair, "el problema por el que el piloto tuvo que iniciar de nuevo la maniobra de despegue fue que se calentó el sistema de aire que se encuentra debajo de la ventana de la cabina de los pilotos".
La aerolínea asegura que una persona de mantenimiento de Spanair aisló el problema, es decir, que no lo solucionó sino que, "de acuerdo con los estándares y los protocolos de actuación aprobados por Aviación Civil" dio luz verde para que el piloto realizara la maniobra de despegue. La decisión se tomó siguiendo las especificaciones de la "lista de equipos mínimos".
Las condiciones para permitir o rechazar el despacho del avión con determinados equipos o sistemas inoperativos se recogen en un documento denominado Lista de Equipos Mínimos (conocida por sus siglas en inglés MEL, Minimum Equipment List). Cada compañía ha de preparar una de estas listas para cada una de sus flotas (caso contrario, la más mínima avería implicaría la inmovilización del avión hasta su reparación).
Además, la Dirección General de Aviación Civil verifica que la MEL ha tenido en consideración las características específicas y experiencia de la compañía, en general y con ese modelo particular de aeronave. Por lo tanto, la normativa permite a los pilotos despegar aunque haya problemas en alguno de los sistemas -en este caso concreto en una toma de aire-.
Abortar el despegue
Según explicó este jueves en una rueda de prensa multitudinaria el subdirector general de Operaciones de Spanair, Javier Mendoza, el piloto del avión siniestrado detectó un excesivo calentamiento en la citada toma de aire, por lo que decidió abortar el despegue e informar al personal de mantenimiento del problema, además de anotarlo en el libro de bitácora, un documento electrónico en el que el piloto desglosa todos los incidentes del vuelo.
Mendoza explicó que "el personal aisló el problema", pero no corrigió la disfunción al no considerarse indispensable según las citadas listas de equipos mínimos. El piloto inició el vuelo y a los pocos metros de despegar se precipitó al suelo, al parecer tras explotar un motor, aunque la compañía asegura desconocer los detalles del accidente.
En cuanto a eventuales responsabilidades derivadas del siniestro, Mendoza aseguró que una vez revisada toda la documentación no se ha detectado ninguna "anormalidad" en la resolución tomada por la tripulación y el personal de tierra. No obstante, es necesario esperar a conocer la información contenida en las cajas negras del aparato, una de ellas en condiciones deplorables.
"Se ha actuado según los estándares y procedimientos que marcan los manuales del avión". Según recalcó: "hay diferentes formas de tratar un problema técnico, el manual, plantea la posibilidad de aislar el sistema afectado sin necesidad de corregirlo". En todo caso se desconocen las cusas del accidente.
Retirada de la flota
En cuanto a los aviones que Spanair tenía previsto retirar de su flota, Mendoza detalló que la selección de las aeronaves destinadas a la jubilación iba a finalizar "esta semana" por lo que no se puede concluir que el avión siniestrado fuese a ser "especialmente elegido". En principio, la aerolínea tenía previsto retirar quince aviones del modelo siniestrado.
Por lo que se refiere a la investigación del accidente, Mats Jansson, presidente de la compañía escandinava SAS, emplazó al análisis de las cajas negras de la aeronave. Aunque una las dos está en mal estado, "habrá que esperar a descargar los datos para poder sacar conclusiones", reiteró, en línea de lo planteado por Mendoza.
En la rueda de prensa, a la que acudieron los principales directivos de Spanair, entre los que destacaba Mats Jansson, presidente de la compañía escandinava SAS, propietaria de Spanair; el director General de Spanair, el director de Recursos Humanos, Héctor Sandoval; y el subdirector general de la compañía y director de Operaciones, Javier Mendoza, se informó de que los motores SPS usados en el modelo MD-82 son revisados por dos compañías distintas Volvo e ITN.
Condolencias e indemnizaciones establecidas
Todos los dirigentes de Spanair que participaron en el acto manifestaron sus condolencias a las víctimas y garantizaron que tendrán apoyo moral y financiero "durante los próximos días, semanas, meses y años si es necesario".
Aunque todavía es pronto para hablar de la cuantía de las indemnizaciones a los familiares de las víctimas, los altos ejecutivos de la aerolínea han asegurado que serán los que estaban establecidos en los billetes de avión, que sirven como contrato entre el pasajero y la empresa.
Por su parte, Mafpre, compañía con la que Spanair tiene contratada una póliza de seguro, ha comentado que no tiene ningún tipo de riesgo económico tras el accidente y ha subrayado que los afectados deben dirigirse a Spanair para informarse de los trámites a seguir en el cobro de las indemnizaciones.
Mapfre ha remitido una nota en la que asegura que en los programas de grandes riesgos, en el que están incluidos los accidentes aéreos, el riesgo está “completamente reasegurado”, es decir, que está repartido entre varias compañías aseguradoras, por lo que, la exposición de la compañía es “muy limitada”. Según Spanair, la principal aseguradora es la internacional Egon.