Standard & Poor's (S&P) considera que los fundamentos económicos y financieros de España no son comparables a los de Grecia o Irlanda y cree que si logra consolidar sus finanzas, los ingresos crecen a un nivel adecuado y se llevan a cabo las reformas estructurales pertinentes el rating español se mantendrá en el actual nivel de 'AA', según ha manifestado su managing director and leal analytical manager, Miriam Fernández de Heredia, en unas jornadas de información para inversores.
La agencia de calificación crediticia ha señalado que el ritmo de deterioro de España ha sido "mucho más rápido" que el del resto de países europeos, aunque ha subrayado que el rating español sigue siendo "de los más altos" en la escala, por lo que mantiene su "confianza" y continúa creyendo que el país es "solvente".
No obstante, S&P ha enumerado las debilidades de España, entre las que ha destacado los elevados niveles de endeudamiento privado, un mercado de trabajo "rígido" y unas altas tasas de paro, factores por los que cree que el crecimiento del país en los próximos años será escaso.
Asimismo, ha subrayado que si España no aplica reformas estructurales con rapidez, si la presión del gasto no permite una consolidación fiscal y si continúa la desconfianza en los mercados, la agencia se vera obligada a bajar el rating algún nivel.
Deuda de las CCAA
Respecto al nivel de endeudamiento de las comunidades autónomas, la agencia crediticia ha analizado la situación actual de diez de ellas, que según S&P representan el 80% del endeudamiento total subsoberano. En concreto, se trata de Galicia (AA-), País Vasco (AA+), Navarra (AA+), Aragón (AA+), Cataluña (A+), Comunidad Valenciana (A+), Baleares (A+), Andalucía (AA-), Canarias (AA-) y Madrid (AA).
"Pensamos que la solvencia sigue siendo alta, al igual que la calidad crediticia de la deuda financiera, que no con proveedores", señaló Fernández de Heredia.
Sin embargo, la agencia de rating continúa firme en sus perspectivas negativas al considerar que el deterioro presupuestario de las regiones españolas ha sido más "intenso" que el de otras regiones europeas. Además, estima que en uno o dos años la media de ratings podría descender hasta en dos escalones, aunque sin alcanzar el nivel 'BBB'.
"El coste del endeudamiento sigue creciendo y aumenta la rigidez de los presupuestos autonómicos, pero no hay situaciones de preocupación para que hagan frente a sus obligaciones financieras", destacó la responsable de S&P.
Reforma de las pensiones
Por otra parte, durante la jornada se ha hecho referencia a un estudio de simulación realizado por la agencia crediticia a nivel global en el que se presupone que en caso de que se mantengan las políticas de mercado de trabajo y Seguridad Social, junto con los gastos sanitarios, en unos 40 años los ratings de muchos países alcanzarían grados de especulación.
En otros supuestos, el análisis plantea que en caso de que los gobiernos neutralizaran con medidas estos riesgos, los ratings se mantendrían como hasta el momento y considera que en caso de que en 2016 los presupuestos estuvieran equilibrados pero sin reformas estructurales, los niveles serían algo inferiores.
En conclusión, S&P recomienda a los gobiernos reducir el impacto del envejecimiento de la población a través de reformas estructurales si no quieren que el impacto de este factor sobre los niveles de rating sea aún mayor.