La manifestación convocada por los sindicatos CC.OO. y UGT bajo el lema "Que no se aprovechen de la crisis. El trabajo lo primero. Por el diálogo social" arrancó a las 12.00 horas desde la plaza de Atocha de Madrid con consignas contra los empresarios y encabezada por los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Estaban acompañados de representantes de los artistas y de colectivos de inmigrantes, jóvenes y mujeres. Muchos de los congregados llevaban pancartas que reclamaban más protección para los desempleados y en algunas de ellas se leían consignas contra los bancos.
Al comienzo de la marcha Méndez aseguró que se puede decir que hay un "antes y un después" porque las propuestas sindicales van a adquirir "mucha fuerza". Para Ignacio Fernández Toxo, la afluencia a la movilización ha sido "masiva", de cientos de miles de personas, y han llegado desde todos los puntos de España con la ayuda, eso sí, de las propias organizaciones sindicales. Sin embargo nadie, ni los organizadores, dieron cifras de asistencia. Sólo EFE y el peculiar baremo de la empresa que contabiliza para ella la asistencia a manifestaciones, Lynce, dio una cifra: hubo 32.921 asistentes.
¿A favor o en contra del Gobierno?
También estuvo presente en la manifestación el secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONGs del PSOE, Pedro Zerolo , que celebró la convocatoria con una peculiar interpretación. "Es un acto de solidaridad y responsabilidad de la crisis. El mejor antídoto para crear empleo y pedir al Gobierno que continúe con su valentía para cambiar el modelo económico", expuso el dirigente socialista, que demostró así que ve en la manifestación, en realidad, un acto en apoyo al Ejecutivo.
En términos algo más críticos se manifestó Cayo Lara. En declaraciones a los periodistas, indicó que Zapatero no está sabiendo salir de la crisis, por lo que instó a ser "valiente" en su política económica y a "despegarse de las ataduras de los grandes poderes económicos", especialmente del de la banca.
El Gran Wyoming toma la palabra al término de la manifestación. Foto: FDV
Las quejas de Méndez
En el discurso con el que concluyó la manifestación, Cándido Méndez, arropado en el estrado por Wyoming y Bardem, se dirigió a los asistentes –"gracias por vuestra presencia, habéis venido porque os ha dado la gana", dijo– y se jactó de representar "al ochenta por ciento de la clase trabajadora". "Que quede claro, nosotros cada cuatro años tenemos que someternos a su dictamen, los empresarios no se someten a ningún proceso democrático", apuntó.
Méndez, que lejos de criticar al Gobierno le dedicó elogios, se dirigió también a quienes critican el papel de los sindicatos en la crisis. Los ataques, dijo, "nos estimulan, nos excitan". En su discurso, las críticas fueron, como se esperaba, para quienes, según ellos, se aprovechan de la crisis: los empresarios. También hubo críticas a la banca y alguna petición al Ejecutivo para que siga utilizando dinero público. Incluso hizo alguna alabanza al referirse al incremento de las prestaciones por desempleo.
En su discurso, Méndez criticó a quienes dicen "ahora" que la crisis "ha caído del cielo" y a los empresarios que "conciben que mejorar la productividad es que los presidentes ganen cada día más" y que "la competitividad mejora cuando se abarata el despido". "Eso es volver al pasado", clamó el sindicalista antes de lanzar una advertencia: "El ajuste de la tuerca del factor trabajo está sobrepasado" y "si le dan una vuelta más, se generarían más problemas".
Méndez no aludió a Zapatero pero sí a Aznar, a quien acusó de implantar el "despido exprés". Al Gobierno sólo le advirtió que "lo primero son las personas" y el control del déficit "tiene que ser un elemento instrumental". En su opinión, se tienen que anteponer "hoy y hasta que sea necesario" las inversiones públicas y la protección social, justo en la línea de lo que repite Zapatero.
En cuanto al llamado diálogo social, reclamó que "se cumpla lo pactado con el Gobierno" y prometió que harían un esfuerzo en la negociación colectiva. "No se saldrán con la suya", concluyó.
El discurso de Toxo
Después tomó la palabra Ignacio Fernández Toxo, con alguna mención más al Ejecutivo. Comenzó diciendo que "estaríamos en crisis aunque esta no fuera internacional, y esto lo sabe el Gobierno". También denunció que "nuestro modelo productivo ha descansado en la precariedad en el empleo". Aludió al paro y habló de "cinco millones de parados".
Toxo dudó de las previsiones de recuperación del Gobierno –"ya veremos"– y apuntó que, en todo caso, la recuperación "no será plena mientras no vaya recuperándose el empleo". También pidió al Ejecutivo que mejore el salario mínimo interprofesional. Como Méndez, reclamó ahondar en el gasto público: "El empleo lo va a generar el crecimiento económico, mientras tanto, hay que proteger a las personas".
También advirtió que la precarización del empleo y los "atajos" para crear nuevos puestos de trabajo pueden suponer "la puerta de entrada" a conflictos laborales y sociales "de otra naturaleza" a los que inspiraron la manifestación pero sin precisar cuáles. Como Méndez, pidió a la CEOE, como condición para reanudar las negociaciones, desbloquear los convenios colectivos del año 2009. Al Gobierno, le exigió que incluya el Régimen Especial de Trabajadores Agrarios en el Régimen General de la Seguridad Social.