El departamento ministerial que dirige Celestino Corbacho ha hecho públicos los datos de empleo del pasado mes de febrero, que constatan el desierto que atraviesa la economía española en general y su mercado laboral en particular. La cifra oficial de parados registrados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (antiguo Inem) superó en febrero los 4,1 millones de desempleados, tras sumar 82.132 parados más respecto a enero (+2,03%), en lo que es la segunda mayor subida en este mes dentro de la serie histórica, que arrancó en 1996.
En concreto, el volumen oficial de parados alcanzó a cierre del pasado mes la cifra de 4.130.625. El incremento mensual, aunque elevado, es inferior al que se experimentó en febrero del pasado año (+154.058 desempleados).
Este aumento del paro en febrero supone además la séptima subida mensual consecutiva del desempleo. En los últimos doce meses un total de 648.766 personas han pasado a engrosar las listas del desempleo, lo que representa un crecimiento interanual del 18,6%. De ellos 344.695 son varones (+19,6%) y 304.071 mujeres (+17,6%).
En febrero se registraron alzas del paro en todos los sectores económicos, con los servicios de nuevo a la cabeza, sector donde el desempleo subió en 45.420 personas (+1,9%), aglutinando casi el 55% del total del incremento del paro en el mes.
Le siguieron el colectivo sin empleo anterior, con 14.810 parados más (+5%); la construcción, con 9.915 parados más (+1,3%); la agricultura, que ganó 6.871 desempleados (+6,4%), y la industria, con 5.116 parados más (+0,9%).
En cuanto a la contratación, en febrero se registraron en el Inem un total de 1.028.222 contratos, un 1,1% más que en febrero de 2009. El 9,8% del total de los contratos, es decir 101.211 contratos, fueron de carácter indefinido.
Sin maquillaje
Aunque las cifras de parados registrados es mayor, según revelan las propias estadísticas del Ministerio de Trabajo. Pasemos a desglosar y explicar los efectos del "maquillaje" del departamento ministerial que dirige Corbacho en los datos de empleo de febrero.
Según el Gobierno el volumen de parados asciende a 4,13 millones pero en este saldo no se incluyen los desempleados que sacó de las listas el ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, un mes antes de las pasadas elecciones generales, en febrero de 2008. Entonces, Caldera cambió el método de cálculo del paro para maquillar las cifras ante la pérdida de vigor del mercado laboral español.
Caldera sacó de los registros de desempleados a las personas que acuden a cursillos de formación y los catalogó como demandantes de empleo no ocupados (DENOS). El retrato robot de estas personas es evidente: inmigrantes que pierden su puesto de trabajo con la crisis al carecer de conocimientos que les permitan cambiar de ocupación y los españoles y extranjeros expulsados del sector inmobiliario por el pinchazo de la burbuja del ladrillo.
Según los datos publicados este martes, el número de desempleados inscritos en esta rúbrica (DENOS) es de 260.250 personas, que no se incluyen en el paro registrado. Corbacho los considera parados "ocupados".
Pero el maquillaje del Gobierno no se acaba aquí. El departamento que dirige Corbacho tampoco incluye en las listas a 208.083 parados, agrupándolos en el epígrafe estadístico de desempleados "con disponibilidad limitada" o con "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el antiguo Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados.
Si se suman los desempleados DENOS y los citados de disponibilidad limitada y demanda de empleo específica, el maquillaje oculta 468.333 parados.. Sumando esta cifra a los desempleados oficiales el saldo total asciende 4,6 millones personas sin trabajo.
Finalmente, el volumen de demandantes de empleo que tiene contabilizados el Inem alcanza 5.537.247 personas. El Gobierno explica esta brecha entre paro registrado y demandantes de empleo por la existencia de personas que quieren cambiar de puesto de trabajo, aunque no estén en paro. Estos "trabajadores" tienen que ir a las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo cada tres meses para fichar y que quede constancia de que quieren conseguir un empleo mejor.