La evolución del paro no sólo se ve afectada por la situación económica sino también por las estaciones del año. Así, en el caso particular de España, los últimos meses de primavera y los primeros de verano suelen constituir un período muy propicio para la creación de empleo, con el consiguiente efecto a la baja sobre el paro, dada la importancia de la industria turística en la economía nacional.
De ahí, precisamente, que muchas personas desempleadas en la primera mitad del año logren encontrar ocupación durante la etapa estival. Por el contrario, el mercado laboral español suele mostrar, históricamente, un comportamiento bastante peor en los meses de otoño e invierno, ya que muchos contratos de trabajo temporal expiran una vez concluido el verano (los meses estrella del sector turístico español).
De ahí que los organismos estadísticos elaboren dos indicadores distintos para medir el paro: uno con datos reales (paro oficial) y otro con datos desestacionalizados, en el que se descuenta este efecto temporal en función del período del año. Este último indicador trata, así, de corregir los efectos estacionales, reflejando la evolución del paro de una forma homogénea a lo largo del ejercicio.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) también elabora ambos datos. La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, publicada este viernes, indica que la tasa de paro en España baja hasta el 19,8% frente al 20,1% del segundo trimestre, lo cual se materializa en 70.800 parados menos. Se trata del primer descenso desde el tercer trimestre de 2009, cuando bajó en 14.200 personas.
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De este modo, España contaría con un total de 4,57 millones de parados, 451.400 más que un año antes, cuando el paro se situó en el 17,9%. Esta cifra es muy similar a los datos de desempleo oficial que elabora el Ministerio de Trabajo, eso sí, una vez que se descuenta el tradicional maquillaje estadístico que aplica el Gobierno.
Hasta aquí, el paro real que ofrece la EPA. Pero, ¿qué pasa cuando se descuenta el efecto estacional del verano en la creación de empleo? Los datos desestacionalizados del INE arrojan una situación muy diferente a la descrita anteriormente: el paro en España ha crecido dos décimas en el tercer trimestre, escalando hasta el 20,2% frente al 20% del trimestre anterior.
Así pues, en términos homogéneos, el número de desempleados aumenta en 66.000 personas. En concreto, según la EPA, España registra un total de 4.681.000 parados frente a los 4.615.000 del segundo trimestre, tal y como recoge la siguiente tabla -datos desestacionalizados-.
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La siguiente tabla compara la evolución del paro total y el desestacionalizado, corrigiendo el efecto calendario (CVE):
De hecho, la situación empeora si se toma como referencia el desempleo desestacionalizado que elabora Eurostat (oficina estadística de la UE), publicado este viernes, y que ofrece datos homogéneos a nivel comunitario: el paro escaló hasta el 20,8% el pasado septiembre, seis décimas más que el pasado junio (20,2%). España sigue, pues, liderando el paro de la UE-27. Además, la situación es dramática si se atiende a la situación de los jóvenes (menores de 25 años): desempleo del 42,5%, dos puntos porcentuales más que hace un año.
Así pues, el número de parados sigue creciendo en los últimos meses, si se descuenta el transitorio efecto estival, según Eurostat y el propio INE. De mantenerse esta tendencia, España pronto alcanzará una tasa del 21%.
Tan sólo de este modo, tomando en consideración los datos desestacionalizados, se explican algunas de las cifras destacadas por el INE en la EPA del tercer trimestre.
Ocupación
El empleo aumenta en 69.900 personas en el tercer trimestre, hasta 18.546.800. Ello supone el segundo trimestre consecutivo de incremento de la ocupación desde 2007. El sector Servicios es el responsable de la creación de empleo en este trimestre, con un incremento de 144.000 ocupados. Este aumento compensa la bajada en los otros tres sectores de actividad (31.600 ocupados menos en Construcción, 18.300 en Industria y 24.100 en Agricultura).
Es decir, la ocupación aumenta, pero tal y como señala el INE, ello se debe casi en exclusiva al sector servicios (turismo y sus actividades asociadas).
Por otro lado, "continúa el descenso del empleo por cuenta propia (18.500 menos), mientras el número de asalariados aumenta en 92.900". Sin embargo, la clave en este ámbito radica en los contratos temporales: "Esta última cifra es el balance de un aumento de 127.800 asalariados con contrato temporal y un descenso de 34.900 con contrato indefinido. La tasa de temporalidad sube, en consecuencia, hasta el 25,56%, lo que supone 68 centésimas más que en el trimestre precedente". El drama es que muchos de estos contratos temporales expiran al tiempo que acaba el verano.
"Son coyunturales"
Ante tales datos, los expertos del mercado de trabajo alertan que el descenso del paro (en términos no homogéneos, o lo que es lo mismo, teniendo en cuenta el efecto estacional), no refleja la situación real del trabajo en España. El presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), Francisco Aranda, subraya que "los datos de la EPA son coyunturales y cabe esperar un final de año negativo para el empleo".
Aranda destaca "el fuerte carácter coyuntural que presentan los datos de creación de empleo. El empleo que se crea es asalariado y temporal y concentrado en los servicios, con una fuerte reducción del empleo indefinido y del empleo en las ramas industriales y de la construcción". Además, "se consolida la destrucción de empleo en la construcción y la industria, ya que los parados de estas ramas están transitando bien hacia el paro de larga duración o bien, a medida que estos desempleados encuentran empleo, hacia los servicios".
El presidente de la entidad concreta que "aumenta la contratación temporal en 127.800 personas, mientras que cae la contratación indefinida en casi 35.000, situando la tasa de temporalidad en el 25,56%. Esto pone de manifiesto la escasa efectividad de la reforma laboral, que a todas luces no se ha traducido en una garantía que aporte seguridad a las empresas a la hora de contratar".
Además, "los dos próximos trimestres de la EPA son desfavorables en términos estacionales y posiblemente haya que esperar hasta el segundo y tercer trimestre de 2011 para ver mejoras con visos de durabilidad en todos los indicadores de la EPA", concluye.
Caen los hogares con todos los miembros en paro
Por último, Aranda destaca un dato positivo de la EPA: "La reducción del número de hogares con todos los miembros en paro", por primera vez en tres años. En concreto, desciende en 15.900 y su cuantía es ahora de 1.292.300. Paralelamente, el número de hogares en los que todos sus activos están ocupados aumenta en 84.600, de forma que ahora hay 9.260.100. En comparativa interanual la evolución en ambos casos es desfavorable. Los hogares con todos sus activos en paro crecen en 155.800 y los que tienen todos sus activos ocupados disminuyen en 277.300.
Sin embargo, resulta "especialmente preocupante el incesante aumento de los parados de larga duración, que se acercan peligrosamente a los dos millones", alerta Aranda.