El dato más llamativo es que entre estos cuatro de cada diez ciudadanos que pueden destinar una proporción de sus ingresos a ahorrar, la mayoría lo hace en una proporción mínima. En total un 77% destina solo un 20% de sus ingresos a este fin, un 46% lo hace en menos de un 10% y un 31% entre el 10% y el 20%.
Además para la mayor parte de los ahorradores, se trata de un ahorro no planificado, resultado más de lo que les sobra después de cubrir todos sus gastos, más que de una planificación financiera. Sólo un 15% ya deposita parte de sus ingresos en productos de ahorro e inversión nada más recibir estos ingresos, mientras que el 85% lo hace tras satisfacer todos los pagos mensuales.
La situación económica inestable y la posibilidad de poder recuperar el dinero invertido sin riesgos de perdida de parte de lo invertido hace que los productos preferidos sean aquellos en los que no existen riesgos, como los depósitos donde van destinados el 31% de los ahorros, sólo superados por las cuentas remuneradas que reciben el 39%, beneficiados tanto por un mercado más dinámico con ofertas muy atractivas como por su liquidez inmediata, aspecto muy valorado por los consumidores.
Es llamativo que tan solo un 16% de lo ahorrado se destine a productos de riesgo como fondos de inversión o bolsa y también que un 14% de los consumidores no muevan su dinero de su cuenta o libreta no remunerada donde perciben sus ingresos sin que obtengan rentabilidad por ello.
Endeudados con tarjetas y préstamos
Respecto a la financiación, a pesar de que según los últimos datos del Banco de España el parque de tarjetas ha caído ligeramente en España en los dos últimos años, casi 8 de cada diez ciudadanos encuestados (un 77%) tiene tarjeta de crédito, la cual cada vez usa más, para casi la mitad (46%) más de diez veces al mes.
A esto hay que añadir los préstamos personales. Un 73% tienen uno además de su hipoteca, cuyo principal destino sigue siendo la financiación de vehículo y reformas de hogar, mientras que el uso para pagar otros productos de consumo o estudios sigue siendo bastante marginal.
Lo que sí ha cambiado, tanto por el excesivo endeudamiento como por la dificultad de acceder al crédito es como pagar la compra de productos, así un 62% prefiere ahorrar hasta poder pagar su compra mientras que un 38% pide directamente un préstamo.
Perspectivas económicas negativas
Respecto a la percepción económica presente y las perspectivas futuras, sólo un 6% de los encuestados opina que su situación actual es mejor que en el ejercicio anterior frente a un 43% que cree que es igual y un 51% que es peor. Respecto al futuro, un 21% es optimista, un 45% cree que en el 2011 su situación económica será igual y un 34% será peor. Datos que mejoran las perspectivas del ejercicio anterior cuando sólo un 12% pensaba que su situación mejoraría y un 68% que empeoraría.