LD (L. Ramírez) España se queda sin capacidad para afrontar una eventual recuperación económica. El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, decía el pasado verano que la actividad exportadora de las empresas españolas sería uno de los motores de la remontada española en 2009. Además, en noviembre, auguraba que el turismo se iba a “comportar bien”.
Pues bien, las propias empresas se han encargado de bajar a Sebastián de su torre de marfil y le han vuelto a poner los pies en el suelo. Y para ello han utilizado como vía la Encuesta de Coyuntura de Exportación que elabora el propio departamento ministerial y que es correspondiente al cuatro trimestre de 2008.
En concreto, la mayoría de empresas consultadas por Industria (el 60,1%) afirma que su cartera de pedidos de exportación ha evolucionado a la baja en el cuarto trimestre de 2008. En el cuarto trimestre de 2008, el Indicador Sintético de Actividad Exportadora (ISAE), que toma valores negativos en la mayoría de los sectores, excepto en el de productos energéticos, se situó en -38,0 puntos, resultado inferior en 14,8 puntos al registrado en el anterior trimestre.
En el caso de las expectativas sobre la evolución de la cartera de pedidos a tres meses, son peores a las de a un año y empeoran respecto al anterior trimestre. Así, un 46,5% de las empresas esperan que su cartera de pedidos de exportación se reduzca.
Respecto a los factores que influyen negativamente, las empresas señalan mayoritariamente a la evolución de la demanda externa (el 66%), el precio de las materias primas (el 60,4%) y la competencia internacional en precios (el 53,8%).
Y en lo relativo al turismo, las perspectivas son igual de malas. Tras conocerse que el sector ha reducido su aportación al PIB por primera vez en la última década (de hecho lastra un 1,1% a la economía española), un informe elaborado por Deloitte afirma que la vuelta a cifras positivas no se producirá, al menos hasta 2010.
Según este estudio, el 97% de los directivos del sector turístico español descarta una recuperación de la industria antes de 2010, mientras el 28% la pospone hasta 2011, y un 3% considera que la situación no mejorará hasta 2012. No obstante, "el sector está bien posicionado frente a la situación de crisis", según afirmó el socio responsable de industria, hostelería y turismo de Deloitte, Javier Jiménez, quien advirtió de que "las inversiones que no se hagan ahora tardarán en acometerse".
Las más afectadas serán las agencias de viajes, el 89% de los entrevistados les augura un deterioro, por detrás, se sitúan los operadores, con un 72%, las líneas aéreas, con otro 72%, y los establecimientos hoteleros, con un 67%.
Las más favorecidas serán las centrales de reservas online dada la tendencia positiva que atraviesan en los últimos años, así uno de cada tres ejecutivos consideran que evolucionarán favorablemente.
Además, el 69,6% de los ejecutivos encuestados creen que los precios de los servicios turísticos bajaran algo o significativamente durante 2009, frente a un 29% que prevé que las tarifas se mantendrán igual.
Según explicó Jiménez, el descenso de los precios "sólo es recomendable si se mantiene la calidad del servicio". Asimismo, declaró que "se prevén reducciones agresivas de los costos para hacer frente a la crisis".
El 79% de los profesionales de sector considera que para remontar la crisis es necesario el replanteamiento de la estrategia comercial y los canales de venta, el 68% apuesta por un reajuste de los planes de expansión. En menor medida, el 49% contempla la reducción de costes de estructura y el 33% la presión en precios con los proveedores.