LD (Luis F. Quintero) Estamos ante la "tercera crisis del petróleo", ha dicho Miguel Sebastián, ministro de Industria Turismo y Comercio. El fuerte encarecimiento del crudo se ha convertido en la piedra angular sobre la que el Ejecutivo ha dejado toda la responsabilidad de la crisis que sacude nuestra economía. El crudo, y el anterior Gobierno del PP, que es responsable, según José Blanco, de la crisis inmobiliaria española.
El largo tiempo en que han predominado los tipos de interés bajos y la falta de reformas estructurales en el tejido productivo español durante la época de bonanza parece que nada tienen que ver, a ojos del Gobierno, en este "periodo de dificultades", es decir, crisis.
Este martes, Sebastián ha apuntado al petróleo como el gran responsable de la crisis económica, en el preámbulo a la presentación de su plan de ahorro energético. El gran objetivo, para Sebastián, es reducir en un 10 por ciento la dependencia del petróleo española, lo que supondría ahorrar alrededor de seis millones de toneladas equivalentes de crudo, es decir, consumir entre 43 y 47 millones menos de barriles de petróleo.
La dependencia energética de nuestro país no sólo se circunscribe al crudo. El 81 por ciento de la energía que se consume en nuestro país procede de fuera de nuestras fronteras. Un porcentaje en el que se incluye la dependencia del crudo, pero también la de energía eléctrica y gas. España se encuentra entre los 10 países europeos con mayor dependencia energética, y con casi un 30 por ciento más que la media de dependencia energética de la Unión Europea (52,3 por ciento)
En concreto, la demanda de consumo eléctrico en nuestro país se disparó el año pasado un 3,1 por ciento (hasta 261,3 TW/h), el tercer mayor incremento detrás de Grecia y Polonia. En cambio, si echamos la vista algo más atrás, en el periodo que va desde 2003 a 2007, la demanda de energía eléctrica de España ha crecido casi un 16 por ciento, más de cuatro puntos porcentuales que el segundo país con mayor incremento de demanda, Austria.
Fuente: Red Eléctrica Española
Frente a este incremento de demanda de energía eléctrica, Sebastián se propone subir la temperatura del aire acondicionado en los centros comerciales por encima de los 26 grados y de las calefacciones en invierno por debajo de los 21. Por otro lado, pretende eliminar todas las bombillas incandescentes y sustituirlas por bombillas de bajo consumo.
La producción de energía nuclear de España, representa tan sólo el 19,4 por ciento, frente al 57,9 por ciento que representa la térmica clásica, que depende de combustibles fósiles. La energía hidráulica y el resto (las renovables) representan el 22,7 por ciento de la producción neta de energía eléctrica. Unas centrales, las renovables, extraordinariamente caras y que actualmente se encuentran subvencionadas en más de un 500 por ciento.
Por su parte, Francia, que asienta su producción de energía eléctrica en las centrales nucleares, produce el doble de energía eléctrica que nuestro país, (544,7 Tw/h frente a los 271 Tw/h españoles). De esta cantidad, las centrales nucleares francesas aglutinan el 76,9 por ciento de la producción. De hecho, España compró a Francia 6.598 Gw/h durante 2007, para poder atender la demanda energética que se generó dentro de nuestras fronteras y que continúa aumentando.
En cambio, Sebastián insiste en no abrir el debate de la energía nuclear en España. Una energía más efectiva y barata que la térmica clásica o que las renovables y con suficiente capacidad como para responder a la demanda energética de los españoles, según numerosos estudios. Precisamente, la opinión de los ciudadanos españoles sobre este tipo de energía ha mejorado bastante recientemente.