L D (Europa Press) En su habitual discurso semanal ante la nación, y tras conocerse el hundimiento del 6,2 por ciento de la economía registrado en el último trimestre, el presidente Obama lanzó un mensaje sobre todo destinado a "las compañías petroleras y gasistas", a las que "no va a gustar" que se ponga fin a una política de impuestos "con la que se han ahorrado 30.000 millones de dólares".
"Sé que estos pasos no van a sentar bien a esos intereses especiales y a esos grupos de presión que se ganan la vida con esa antigua forma de hacer negocios, y me consta que ya se están preparando para la lucha en estos mismos momentos. Pues mi mensaje para ellos es éste: Yo también", adivirtió.
El presidente puntualizó que el nuevo presupuesto recortará los impuestos de los trabajadores estadounidenses y eliminará las exenciones que habitualmente disfrutaban los contribuyentes que ganan más de 250.000 dólares al año. Es más, el presidente señaló que "el presupuesto pone punto y final a las exenciones para las empresas que envían el trabajo al extranjero".
"El presupuesto nos pone en el camino de las energías limpias, renovables, que crearán nuevos trabajos americanos, nuevas industrias americanas, y que nos liberarán de la peligrosa dependencia del petróleo extranjero", añadió Obama.
De igual modo, el presidente se comprometió a reducir, a través de esta partida presupuestaria, "la carga de la seguridad social sobre los estadounidenses" y que proporcionará "un sistema educativo que preparará a los americanos para competir en el mundo". "Yo trabajo para el pueblo americano. No he venido aquí para hacer lo mismo que llevamos haciendo hasta ahora. Llegue aquí para garantizar el cambio abrumador que este país demandaba cuando votó en noviembre. Y el principio del cambio se encuentra en este nuevo presupuesto", concluyó.
Destructor del sueño americano
La respuesta republicana no se ha hecho esperar. En su discurso radiofónico, el senador Richard Burr advirtió de que la nueva política económica de Obama amenaza con destruir el Sueño Americano.
"Esta semana, el presidente ha enviado al Congreso al mayor incremento en gasto federal de toda la historia de Estados Unidos, impulsando el déficit a cifras impensables", declaró. "Es difícil comenzar a pensar que por primera vez nos enfrentamos a la desaparición del Sueño Americano".
"Ahora, en lugar de que nuestros hijos trabajen duro para que tengan una vida mejor, les pedimos que trabajen duro para que hoy no tengan que enfrentarse a decisiones difíciles", añadió en declaraciones recogidas por Reuters.