En la rueda de prensa celebrada al término de la cumbre, subrayó, en primer lugar, que los Jefes de Estado y de Gobierno han decidido reformar "en profundidad" la organización financiera internacional, algo que "no se había hecho jamás hasta este punto desde los acuerdos de Bretton Woods en 1945".
"Nos hemos puesto de acuerdo en una estrategia de salida de la crisis económica mundial, la más grave de los últimos setenta años", continuó Sarkozy, quien no ocultó que hubo "tensiones" hasta "hace media hora".
El presidente francés rindió homenaje a la labor "honesta" del primer ministro británico, Gordon Brown, y a la postura del presidente norteamericano, Barack Obama, que le ayudó, dijo, a convencer a China para acordar la elaboración de una lista de paraísos fiscales, un asunto que fue objeto de un debate "fuerte", en palabras de Sarkozy.
Por otro lado, anunció que ha propuesto que se celebre una tercera reunión del G-20 coincidiendo con la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, iniciativa que ha sido aceptada, para evaluar el resultado de las medida operativas acordadas.