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Salgado tiende la mano a CCOO y UGT para evitar una huelga general

La nueva vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, tiende la mano a los sindicatos que más subvenciones reciben en España (CCOO y UGT). El Gobierno intenta evitar a toda costa una huelga general: su objetivo es mantener la “paz social”.

La nueva vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, tiende la mano a los sindicatos que más subvenciones reciben en España (CCOO y UGT). El Gobierno intenta evitar a toda costa una huelga general: su objetivo es mantener la “paz social”.

LD (L. Ramírez) Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, se preparan para recibir a la sucesora de Pedro Solbes al frente de la cartera de Economía y Hacienda. Salgado en la toma de posesión del cargo ya manifestó su intención de mantener las buenas relaciones del Gobierno socialista con estos dos sindicatos, que son los que más subvenciones reciben en España.

Salgado aseguró este martes que la reunión que mantendrá mañana con los principales sindicatos, CCOO. y UGT, será una "toma de contacto" en la que no se plantearán propuestas concretas. "Mañana no es el momento de plantear temas concretos", señaló Salgado a los medios de comunicación tras su primera intervención en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja.

La nueva vicepresidenta económica explicó que quiere escuchar "a viva voz" cuáles son las principales inquietudes de los sindicatos y la forma en la que creen que debe encauzarse el diálogo social de aquí en adelante.

Salgado considera vital “dar un impulso al diálogo social”, un eufemismo que sirve al Ejecutivo para evitar que CCOO y UGT se decidan a plantar cara a Moncloa y convoquen una huelga general. De momento, estos dos sindicatos se limitan a enfrentarse a las empresas por los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), pero nunca al Gobierno. La razón es clara: prefieren seguir recibiendo dinero de los Presupuestos Generales del Estado y no desean dar argumentos al PP para conseguir apoyo electoral.

Cuando el nuevo dirigente de CCOO sucedió a José María Fidalgo ya anunció que no se planteaba una huelga general porque perjudicaría al partido en el Gobierno. Recientemente ha añadido que la única razón para ponerla sobre la mesa es que se realice una reforma laboral en profundidad que abarate el coste de las contrataciones y los despidos, así como la pérdida de poder de la negociación colectiva, todos ellos factores indispensables para que España salga de la crisis.

En cuanto a UGT la situación es aún más sangrante, sobre todo después de que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, pidiera al sindicato su cariño durante la jornada inaugural del congreso de UGT en el que se reelegió a Cándido Méndez como Secretario General.

De hecho, el propio Méndez cometió un “lapsus” en su intervención, cuando declaró que UGT debía apoyar a las personas que están trabajando, dejando de lado a los que han perdido su empleo. Posteriormente rectificó y dijo que los parados también necesitaban su ayuda, pero el mensaje quedó claro: hay que mantener los privilegios de determinados empleados.

En este enfoque los sindicatos coinciden también con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cuyo mantenimiento en el Gobierno tras la renovación realizada por Moncloa sólo se comprende por la necesidad que tiene Zapatero de tener un escudo que le proteja ante la sangría laboral.

La capacidad de Corbacho para “cambiar el ritmo” de la crisis, como dice el presidente, es más que dudosa, a tenor de sus previsiones (en octubre dijo que la crisis financiera en dos meses estaba “finiquitada” y descartaba que España alcanzara los 4 millones de parados, que hoy ya se superan)

El último análisis de Corbacho es quizás aún más preocupante, ya que asegura que “el problema de España es su alta flexibilidad laboral”. El ministro parece desconocer que España lidera el paro del mundo desarrollado, más que duplica el de la Unión Europea y el grado de rigidez del mercado laboral es uno de los mayores del planeta.

La tasa de paro al 30% en 2012

Y las perspectivas no son buenas. Precisamente este martes el catedrático de Economía del Instituto Químico de Sarrià (IQS) Santiago Niño Becerra ha vaticinado que la tasa de paro española será del 30% en el año 2012, por lo que aproximadamente una persona de cada tres del total de la población activa estará desocupada.

En una entrevista a TV3 recogida por Efe, Niño Becerra ha asegurado que España se encuentra actualmente en una situación de "precrisis", pues, a su juicio, la crisis como tal comenzará en el año 2010 y se prolongará hasta el 2020, teniendo de este modo la misma duración que la Gran Depresión de la década de los años 30.

En el mes de febrero, España tenía una tasa de paro del 15,5%, la más alta de la Unión Europea (UE), lo que casi duplica la media del 7,9% de los 27 miembros de la UE. Según los datos de marzo, el total de desempleados en España se situó en 3.605.402 personas, con un aumento del 3,5% respecto a febrero. Sin el maquillaje de Corbacho el volumen de paro supera los 4 millones de personas.
 

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