LD (L. Ramírez) La nueva vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, debutó este miércoles como ministra de Economía y Hacienda en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. No hubo sorpresas. Las palabras de Salgado fueron calcadas a las repetidas una y otra vez por el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, cuando los diputados le reclaman explicaciones sobre el fracaso de la política económica española.
Salgado cuestionó la profesionalidad de los técnicos Banco de España, que prevén que la recesión dure hasta 2010, con una tasa de paro cercana al 20% y un déficit público que ronde el 10% del Producto Interior Bruto (PIB).
La ministra, a una pregunta del portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, dijo que “las previsiones ni se comparten ni se dejan de compartir” y recordó que “son muchos los organismos nacionales e internacionales que también se equivocan.
Precisamente este argumento también ha sido utilizado muchas veces por Zapatero en la Cámara Baja para justificar los múltiples errores que ha cometido el departamento ministerial que ha dejado Pedro Solbes –e incluso el Banco de España- negando la crisis hasta hace sólo unos meses.
Montoro, indignado ante la falta de iniciativa propia de Salgado, le pidió que “aterrice sobre la realidad” y le acusó de “atacar la lealtad de todos los ciudadanos” por emplear la táctica del avestruz: se ocultan las previsiones y se manipulan “sólamente con objetivos electorales”.
Y Salgado, olvidando que en España todavía existe una economía de mercado en la que las decisiones de familias y empresas son las más importantes para determinar la evolución del PIB, lanzó un mensaje intervencionista: la economía “dependerá de la actuación del Gobierno”.
Bancos y cajas esperan el rescate del Gobierno
En materia financiera, y ante una pregunta del diputado popular, Álvaro Nadal, sobre la reestructuración de los bancos y cajas de ahorros con problemas, la ministra admitió que está preparando un plan de rescate financiero basado en la moción presentada en el Congreso el pasado 17 de marzo, un proyecto que cuenta “con el respaldo” de las entidades.
Salgado dijo que el plan de rescate pretende “garantizar el empleo, el ahorro, la inversión y favorecer el crédito” y admitió que para ello recurrirá al Fondo de Garantía de Depósitos, aunque esta hucha sólo tiene un patrimonio de 7.222 millones de euros para garantizar los ahorros de los españoles y evitar las quiebras financieras.
“Vamos a iniciar un proceso de reestructuración que favorezca al sistema”, admitió.
No habrá reformas sin que CCOO y UGT las aprueben
Siguiendo con la línea que le marca Moncloa, Salgado descartó que se vayan a realizar reformas estructurales que no cuenten con el apoyo “de los agentes sociales”, es decir, que si los sindicatos CCOO y UGT se niegan a flexibilizar el mercado de trabajo el Ejecutivo no lo contemplará entre sus opciones.
El tercer “agente social” en liza, la patronal CEOE, ya ha manifestado en numerosas ocasiones su apoyo al Gobierno. Su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, ha llegado a felicitar personalmente al ministro de Industria, Miguel Sebastián, por su “extraordinaria gestión” al frente de su cartera. La patronal reclama la reforma de forma tímida y tiende la mano a Salgado.
En cuanto a los sectores que sacarán a España de la recesión, la ministra tampoco aportó ideas nuevas y se limitó a repetir el mantra de Moncloa: saldremos de la crisis “con un nuevo modelo” de internacionalización de la economía, investigación, desarrollo e innovación, energías sostenibles, estrategia integral de empleo, financiación de pymes y familias y “acelerar e impulso económico, con la coordinación internacional, territorial y política”.
Y para que no quedara ninguna duda de la ausencia de un mensaje propio, Salgado dijo que todo ello dependerá de que se cumplan los objetivos que marcó la pasada Cumbre del G-20 en Londres. Como admitió en una entrevista la vicepresidenta segunda del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el Ejecutivo, “no sabe ni cómo ni cuando” España volverá a la senda de la recuperación económica.