LD (Europa Press) El importe de la deuda refinanciada, que permitirá al grupo dotarse de estabilidad financiera y operativa a largo plazo, corresponde en su mayor parte a dos créditos suscritos y a deuda no garantizada de la inmobiliaria.
Asimismo, el acuerdo alcanzado con la banca permitirá a la sociedad retrasar el plazo de la primera amortización ordinaria hasta octubre de 2011, además de proporcionar mecanismos de amortización semestrales desde ese momento hasta octubre de 2015, fecha en la que se realizará la última amortización correspondiente a unos 1.202 millones, 40% de la deuda refinanciada.
La compañía informó que ha obtenido además dos líneas de financiación adicionales, que le permitirán disponer de la liquidez necesaria para su gestión operativa, y garantías adicionales que incluyen, prendas sobre derechos de crédito, acciones y participaciones de determinadas sociedades del Grupo, así como hipotecas sobre activos inmobiliarios.
El endeudamiento total asciende a 4.500 millones
"El acuerdo alcanzado permite a Reyal Urbis dotarse de la estabilidad financiera y operativa necesaria para adaptarse al momento actual y garantizar su continuidad a largo plazo", indicó el presidente del grupo, Rafael Santamaría en una nota de prensa.
El endeudamiento total de la compañía ascendía a 15 de octubre a 4.521 millones de euros, una reducción de más de 1.524 millones de euros desde el 31 de marzo, gracias a la desinversión en suelo residencial y promociones por importe de 1.981 millones, indicó Reyal Urbis que incluye en su plan de desinversión la formalización de compraventa de un total de 2.224 viviendas.
A cierre de junio, la cartera de activos de Reyal Urbis presentaba un valor de 9.120 millones de euros, de los que 5.361 millones correspondían a terrenos y solares, y otros 1.500 millones a los edificios que tiene para alquiler.
El grupo que controla y preside Rafael Santamaría negociaba desde hace unos meses con sus bancos la reestructuración de su endeudamiento para adecuarlo a un calendario de condiciones y plazos de amortización más adecuado a la actual situación del sector inmobiliario.