No hay crisis para la boyante industria de las subvenciones encubiertas al sector aéreo. El penúltimo acaba de ser aprobado por el Gobierno autónomo de Cantabria, presidido por el regionalista Miguel Ángel Revilla. 3.075.000 que irán a parar del bolsillo de los contribuyentes a las arcas de la compañía Air Nostrum, aerolínea que opera los servicios regionales de Iberia.
A cambio la compañía se compromete a mantener operativas hasta 2013 las conexiones aéreas regulares entre Madrid, Barcelona y Santander, así como reabrir la ruta Valencia-Santander que cerró el pasado mes de noviembre. El dinero no lo pone directamente el Gobierno cántabro, sino dos entidades públicas que canalizan la atípica subvención: la Sociedad Regional de Turismo y el Centro Tecnológico en Logística de Cantabria.
Junto al mantenimiento de las tres rutas anteriormente citadas, Air Nostrum realizará "actuaciones publicitarias" sobre Cantabria en sus aviones y en las oficinas de la compañía. Para el consejero de Cultura, Francisco Javier López Marcano, esta promoción turística a través de la aerolínea tiene una "repercusión intangible" que "vale mucho más".
El acuerdo, además de las conexiones regulares y la promoción turística, incluye condiciones como que el 30% de las plazas puestas a la venta estén en tarifa reducida o la cesión de 15.000 plazas para el llamado "bautizo del aire" escolar, una actividad que ya se lleva a cabo en otras comunidades autónomas y que consiste en subir a los niños al avión y volar hasta Madrid o Barcelona.