Hace apenas un año el discurso oficial de Gobierno, oposición y Banco de España era que el sistema financiero hispano era el más solvente de Europa y que estaba absolutamente preparado frente a la crisis. Sin embargo, algunos analistas no se creyeron esta versión y publicaron informes en los que alertaban de las pérdidas que se ocultaban en los balances de los bancos y las cajas españoles.
Pocos, sin embargo, podrán presumir de la precisión de Alberto Recarte, presidente de Libertad Digital y uno de los mejores economistas españoles de las últimas décadas. En una serie de artículos titulados "La solvencia del sistema crediticio español: el futuro previsible", realizaba un análisis exhaustivo de la situación de bancos y cajas y apuntaba hacia dónde creía él que podía evolucionar el sector en el medio plazo.
De hecho, en la última de las entregas de dicho estudio pronosticaba cuáles podían ser las pérdidas del sistema a partir de 2010. En su opinión, los bancos y cajas españoles podían enfrentarse a un descenso en la valoración de sus activos de unos 181.000 millones de euros. Pues bien, según las pruebas de solvencia hechas públicas este viernes, esta cantidad estará entre 157.000 y 207.000 millones de euros, en función de cómo evolucione la economía española. Es decir, que Recarte lo clavó.
Algunos llamaron a los que hacían este tipo de previsiones de antipatriotas, les acusaron de sembrar dudas sobre un sistema completamente fiable y les calificaron con todo tipo de adjetivos muy poco elogiosos. A partir de este viernes, con los datos oficiales, presentados por el propio Banco de España, quizás deberían pensar en pedirle perdón a Recarte. No parece probable que lo hagan.