Cándido Méndez, se mostró este viernes dispuesto a debatir la reforma de las bonificaciones al empleo, acotándolas a ciertos colectivos y transfiriendo recursos a los servicios públicos y a la formación, como vía para afrontar "la reforma más importante", la creación de empleo, y reabrir el diálogo social. "Puede que este sea un elemento pacífico para retomar sobre algo el diálogo tripartito", afirmó.
Durante su intervención en el 'Nueva Economía Fórum' y ante un auditorio entre el que se encontraba casi al completo la mesa del diálogo social, con el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, y los presidentes de CEOE y Cepyme, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, respectivamente, Méndez recogió el guante del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien viene planteando esta reforma de los incentivos a la contratación.
Para Méndez, un buen punto de partida sería concretar "colectivos específicos" a los que dirigir los incentivos y "disminuir el peso relativo del gasto en bonificaciones al empleo -que supera el 64% del gasto en políticas activas- aumentando el de los servicios públicos y el de la formación", todo ello en estrecha colaboración con las comunidades autónomas, en las que residen buena parta de las competencias en materia de políticas activas.
A su juicio, se corregiría así el "efecto peso muerto", por que el empleo se podría haber creado en muchos casos sin la necesidad del incentivo, y el 'efecto sustitución', por el cual, independientemente de la cualificación del trabajador, se contrata al incentivado.
Las cotizaciones no se discuten
Ahora bien, Méndez dejó claro que, después del rechazo de la CEOE a una rebaja de hasta 1,5 puntos en las cotizaciones sociales, como propuso el Gobierno, éste es ya "un capítulo cerrado". En todo caso, añadió, estaría a favor de rebajas en sectores concretos, de carácter temporal y vinculadas a contrapartidas.
Del mismo modo, volvió a tildar de "dogma" el abaratamiento del despido como fórmula para crear empleo y aseguró que ya es "barato y fácil". Asimismo, recalcó que la elevada temporalidad no se puede justificar ni por el tipo de actividad económica ni por el coste de los trabajos indefinidos.
Por contra, Méndez, tras dejar claro que antes de reabrir el "diálogo social" será necesario aclarar la situación en el plano bipartito y desbloquear los convenios colectivos incumplidos en 2009, apostó por un acuerdo sobre negociación colectiva más concentrado y que aborde la "reordenación y la organización de los tiempos de trabajo".
Así, Méndez confió en que el proceso de negociación en el que se encuentran inmersos empresarios y sindicatos para desatascar esta situación obtenga resultados "a lo largo de esta semana" y advirtió de que continuarán las "grandes movilizaciones" si no se produce el desbloqueo.
Todos cargan contra UGT
Casi al término del acto, en el que no intervino el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, los empresarios tomaron la palabra.
El primero en hacerlo fue el representante de Cepyme, quien reclamó más protagonismo de la pequeña empresa en el diálogo social y llegó a decir que quizás su actual planteamiento, sin las pymes sentadas en la mesa, "no sirve". "Habrá que buscar un nuevo marco, unas nuevas relaciones, el modelo que diálogo que teníamos hace dos años era mejor que éste", apostilló.
El secretario general de UGT se mostró de acuerdo con este planteamiento, aunque prefirió ser "más operativo" y centrarse en la negociación colectiva.
A continuación, y después de que Méndez condicionara la flexiseguridad a una mayor presión fiscal, quien tomó la palabra fue Díaz Ferrán para asegurar que ésta "depende de lo que se recibe del Estado", a lo que añadió que actualmente ya es superior para las empresas españolas respecto a la de otras economías, como Dinamarca.
Dicho esto, apostó por modernizar la relaciones laborales para reducir las tasas de paro y preguntó: "Cándido ¿tú crees de verdad que estamos equivocados los empresarios, el FMI, la OCDE, la Comisión Europea, el Banco de España, el secretario de Estado de la Seguridad Social?,¿estamos todos equivocados Cándido?".
"¿No crees que deberíamos reflexionar de verdad, sentarnos e ir a donde queremos ir los empresarios, buscar el pleno empleo en consenso con vosotros, con los trabajadores?", remachó.
En respuesta, Méndez alzó el tono y respondió el "tuétano" de lo ocurrido está en el sistema financiero, que ha cometido "un error de bulto". "No se quiere ver la falibilidad del sistema y el sistema no es infalible", apostilló.
Recados al Gobierno
Por otro lado, Méndez también mando un mensaje claro, aprovechando la presencia del ministro de Industria, Miguel Sebastián, en el acto. Así, indicó que la economía española requiere de una "fuerte política industrial" que la equipare a los países punteros de la UE, de una importante red de infraestructuras y de un patrón productivo más innovador.
Más aún, dejo caer que, en este esfuerzo por una "decida política industrial", podría ser conveniente una fusión de los ministerios de Industria y Ciencia y Tecnología.
Por último, criticó las insistentes peticiones del gobernador de Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de una reforma laboral y dijo que, "en el fondo, ello denota cierta impotencia de cara a los problemas que su institución puede resolver".