LD (Europa Press) El presidente del PP, Mariano Rajoy, acusó hoy de nuevo al Gobierno socialista de no adoptar medidas para afrontar la crisis económica y de limitarse a practicar la máxima de que "hay que esperar a que escampe porque esto se resolverá algún día". "Esto del Gobierno empieza a ser cómico, porque no hacer nada genera una enorme desconfianza. Aquí no se mueve nadie porque el Gobierno no se mueve", afirmó.
Rajoy hizo estas declaraciones durante una conferencia sobre la globalización en los cursos de verano que la Universidad Complutense organiza en San Lorenzo de El Escorial, el mismo día que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, afirmó en el Congreso que el crecimiento será "débil" en los próximos meses y "tocará fondo" en 2009.
El líder de la oposición recalcó que ha ofrecido al gabinete localista "colaboración leal" en esta materia y se quejó de que no haya "aceptado" sus propuestas. "Por lo menos podía dejarse ayudar", exclamó, para añadir que el Partido Popular hará de la economía su eje de oposición parlamentaria a partir del próximo mes de septiembre.
"El Gobierno no ha estado a la altura"
Durante su extensa alocución, Rajoy arremetió duramente contra el Ejecutivo socialista, al que acusó de no haber estado "a la altura de las circunstancias" porque, prosiguió, no ha tenido en cuenta "los problemas y prioridades" que preocupan a los ciudadanos.
"Hay una grave crisis económica y el Gobierno no ha sabido actuar con dinamismo y eficacia", señaló, para añadir que en esta tesitura la "obligación" de su partido es ofrecer un proyecto alternativo, basado en la búsqueda de la estabilidad, la recuperación de la confianza económica y el mantenimiento del modelo de bienestar.
El presidente del PP criticó que "la única medida de calado" que ha tomado el Gobierno socialista haya sido la de "regalar" 400 euros, una propuesta que, en su opinión, "no tiene sentido desde el punto de vista económica y social". Por eso, dijo que hay que adoptar "algunas medidas urgentes para afrontar la crisis económica".
En primer lugar, incidió en la necesidad de restaurar la confianza y, en este marco, propuso medidas como limitar el crecimiento del gasto público al 2 por ciento, reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria o modificar los organismos reguladores para que sean "independientes".
"Plan anual de competitividad"
En segundo lugar, apostó por recuperar el crecimiento, con propuestas como rebajas de impuestos, deducciones por vivienda habitual, liberalizar el sector servicios o garantizar la unidad de mercado. Para luchar contra la subida de precios, planteó crear la Oficina de Información y Seguimiento de los Precios
Asimismo, el presidente del PP afirmó que una "prioridad básica" de esta legislatura debe ser elaborar un Plan Anual de Competitividad de la economía española, así como desarrollar un plan de I+D+i e impulsar un acuerdo nacional sobre vivienda y suelo.
En materia energética, indicó que hay que "cambiar la enorme dependencia" que tiene España del exterior y abogó por abrir un gran debate nacional para estudiar las fuentes de energía. Otro de los objetivos de esta legislatura, continuó Rajoy, pasa por el mantenimiento del sistema de bienestar social y las pensiones.
"Un latiguillo más"
El líder del PP calificó de "pura demagogia" que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, haya rechazado las propuestas de su partido para afrontar la crisis escudándose en que suponen recortes sociales. "Eso es un camelo. Zapatero no ha tomado ninguna medida, sólo la de regalar 400 euros, que es la más antisocial que se ha tomado en España", declaró.
Es más, subrayó que "la política más antisocial es crear paro y la inflación" y por eso insistió en que la respuesta del gabinete socialista a las medias del PP es "un latiguillo más para los 20 segundos de televisión". "Es un puro eslogan", apuntó.
También se refirió a la inmigración, un tema "capital" en el que, según dijo, hay que conseguir que se aplique una "política igual" en toda Europa y hacer un "esfuerzo conjunto" de los 27 países de la UE en materia de cooperación. Además, recordó que hay que dejar claro que "nadie que entre en España podrá ser regularizado".