Pese a la abstención en el Congreso, el PP sigue oponiéndose a la reforma laboral diseñada por el Gobierno en diferentes foros. Este viernes ha sido el presidente del partido, Marinao Rajoy quien ha cargado en concreto contra la negociación colectiva.
Hace 30 años se producía a un nivel superior al de la empresa, dice. Ahora, no tiene sentido porque "supone condenar" a las empresas a una política laboral "de talla única" y significa "condenar" a sus trabajadores a un mayor riesgo de perder su empleo.
Para Rajoy, la negociación entre empresarios y trabjadores ha de producirse dentro del ámbito de la empresa "porque sólo dentro de ella se conocen las circunstancias de competencia, innovación y organización". Circunstancias, que para Rajoy, permiten ajustar el marco laboral a la realidad concreta de la empresa.
En cuanto a la formación profesional apostó por el reconocimiento de la formación continua como un "verdadero derecho de los trabajadores" y propuso la creación de una cuenta de formación asociada al número de cotización a la Seguridad Social que permita identificar inmediatamente la formación recibida por cada trabajador.
También consideró necesario una regulación clara, sencilla y aplicable de la extinción de los contratos porque su inexistencia provoca un freno a la creación de empleo estable y estimula una litigiosidad elevada, que también contradice el objetivo de crear empleo de calidad.