El discurso oficial del Gobierno respecto a los PGE de 2011, los "más importantes de los últimos años", contiene, al menos, tres grandes mentiras: previsiones económicas muy alejadas de la realidad; no existe recorte adicional del gasto público; y los ingresos se han inflado. Como resultado, el déficit público será mayor al previsto (6% del PIB).
Estas tres falacias son desmontadas en un amplio informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). El director de su Servicio de Estudios, Gregorio Izquierdo, no duda en calificar de "engañosa" e "insostenible" la corrección del déficit público que contempla el proyecto.
1. Previsiones irreales
El cuadro macroeconómico contenido en los PGE para 2011 prevé un crecimiento del PIB del 1,3%. Se trata de una cifra "irreal" si la comparamos con la manejada por el consenso y por los organismos internacionales, y que oscila entre el 0,4% y el 0,8%.
Por otro lado, Salgado peca de optimista en cuanto a la evolución del mercado laboral. Y es que, los PGE estiman un ascenso del 0,3%, cuando "lo más probable es una caída del 0,5%. La tasa de paro media anual, por su parte, no bajará del 20%, frente al 19,3% pronosticado por el Gobierno".
En resumen, el cuadro macroeconómico, al igual que en los últimos ejercicios, se basa en previsiones poco realistas, ya que contiene una "sobreestimación de la demanda y del producto, y una infraestimación del desempleo, lo que hace imposible el cumplimiento de las previsiones", tanto en el ámbito de ingresos como de gastos. Es decir, el Estado recaudará menos y gastará más de lo previsto.
2. El gasto tan sólo baja en 300 millones
Pero aún más grave son las reiteradas afirmaciones de Salgado referidas al objetivo de "austeridad" presupuestaria. En este sentido, Economía ha insistido una y otra vez en anunciar el recorte adicional de gasto público que contemplan los PGE de 2011 respecto a 2010. Sin embargo, dicho mensaje es, como mínimo, engañoso. En realidad, las cuentas no incluyen ningún ajuste adicional, tan sólo congela el gasto público de 2010.
La previsión de gastos no financieros del Presupuesto Consolidado (Estado, Seguridad Social, Organismos Autónomos y otros entes públicos de la Administración Central) asciende a 297.425 millonesde euros, un 9,9% menos que en los PGE-2010.
¿Problema? La entrada en vigor del nuevo sistema de financiación autonómica en 2011 hace que las cifras de gastos totales entre 2010 y 2011 no sean comparables, "salvo que se excluya de ambas la cuantía destinada a la financiación de las Administraciones Territoriales (AATT)", señala el informe.
Una vez excluida, es decir, atendiendo tan sólo al gasto no destinado a la financiación de las AATT, la cifra prevista para los gastos no financieros es de 269.391 millones, apenas un 3% inferior la contenida en los Presupuestos iniciales de 2010, frente al 9,9% anunciado por el Gobierno.
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Sin embargo, lo más relevante es lo siguiente. En general, los PGE de 2011 plantean un recorte del gasto próximo al 12% (unos 11.000 millones de euros) respecto a las cuentas iniciales de 2010, "pero esta comparación no es correcta", ya que no incluye los recortes realizados el presente ejercicio. Salgado oculta los recortes adicionales no previstos en los PGE de 2010, como resultado de la crisis de deuda pública. Todo ello desvirtúa por completo el supuesto recorte presupuestario.
Es decir, Economía compara el gasto estimado en 2011 con el gasto inicial que incluyen los PGE de 2010, sin tener en cuenta los ajustes extraordinarios aplicados por Zapatero: cerca de 7.900 millones de euros en 2010. De este modo, el recorte en el Presupuesto Consolidado no asciende a 8.272 millones (-3% interanual) sino a apenas 300 millones de euros. Así, los PGE de 2011 tan sólo se limitan a congelar el gasto público respecto al presente año.
3. Ingresos inflados y más déficit
El proyecto estima unos ingresos impositivos totales de 164.278 millones de euros en 2011, 6,2% interanual más, atendiendo al avance de la liquidación. El riesgo en este ámbito radica en que dicho aumento avalado, fundamentalmente, por dos hechos: "La recuperación económica prevista para 2011 y el aumento de la presión fiscal". Es decir, "no dejan de ser previsiones sujetas a posibles desviaciones futuras", destaca el estudio. Por ello, los analistas calculan que el Gobierno peca nuevamente de optimista.
Por último, el Gobierno también maquilla las necesidades financieras del Estado (déficit). Así, prevé un déficit para el conjunto de las Administraciones Públicas del 6% del PIB en 2011 frente al 9,3% previsto para el presente año. En concreto, el déficit del Estado (Gobierno central) será del 2,3% del PIB (24.387 millones de euros) mientras que el de las CCAA será del 3,3% (más de la mitad del total).
Pero el déficit del Estado es mayor. La cuestión es que Economía no contabiliza como necesidades financieras los 26.975 millones de euros adicionales que le adeudan las CCAA y ayuntamientos por las liquidaciones presupuestarias de los ejercicios anteriores. El Gobierno inyectó a regiones y municipios más dinero del que les correspondía en 2008 y 2009 como consecuencia de unas previsiones de ingresos muy superiores a la realidad (optimistas).
Ahora disponen de 5 años para devolver ese dinero. Pero, paradójicamente, este ingreso contable no se contabiliza como déficit de caja, ya que su pago se difiere en el tiempo. Esta factura no tendrá ningún impacto sobre el déficit regional hasta que se liquide. Y eso, si finalmente se reintegra, ya que hoy por hoy no se puede descartar una moratoria e, incluso, una condonación de esta deuda.
En resumen, las necesidades financieras del Estado no son 24.387 millones de euros, tal y como señalan los PGE, sino 43.298 millones de euros (al sumar dicha deuda regional), a los que habría que añadir otros 150.000 millones de euros adicionales derivados de la refinanciación de deuda pública.
Conclusión
El informe del IEE concluye que los PGE para 2011 son "excesivamente optimistas en sus proyecciones macroeconómicas con la consiguiente disfunción sobre las previsiones presupuestarias tanto de ingresos (que podría situarse entre 0,3 y 0,5 puntos de PIB según nuestros cálculos) como de gastos (2 ó 3 décimas de PIB), por lo que el déficit se podría situar finalmente entre el 6,5% y el 6,8% del PIB, cifra en línea con la previsión de déficit de la OCDE del 6,9% para el año que viene".