La ausencia de todos los portavoces parlamentarios ha deslucido la firma del acuerdo de pensiones entre el Gobierno y los agentes sociales.
En la misma sala en la que se firmaron los Pactos de la Moncloa en plena Transición española, el Salón de tapices, adecuadamente decorada con paneles estampados con el nombre del acuerdo, banderas de España y de la UE y ante la presencia de una treintena de fotógrafos y cámaras de televisión. El Ejecutivo ha buscado el escenario perfecto para vender el acuerdo de pensiones con sindicatos y empresarios como una reedición del mayor acuerdo social de nuestra historia. Una idea que ha escenificado con esmero, tanto en el fondo como en la forma.
"Señoras y señores, se va a proceder a la firma del acuerdo económico y social para el crecimiento, el empleo y la garantía de las pensiones",anunciaba un narrador segundos antes de que el Presidente Zapatero, los líderes sindicales, Cándido Méndez y José Ignacio Fernández Toxo y los presidentes de las patronales de empresarios, CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, plasmaran su firma en el documento.
Sin embargo, tanta dosis de imagen ha quedado deslucida por el plante de todos los portavoces parlamentarios de Congreso y Senado a la grandilocuente convocatoria. Tampoco asistían los portavoces de los grupos en la Comisión del Pacto de Toledo, cuyo dictamen ha sido ignorado por el Gobierno a cambio del acuerdo con sindicatos y empresarios. Según confirmaban fuentes de Moncloa a Libertad Digital "se les había mandado invitación" pero no se les había llamado por teléfono, ya que la organización del acto "se ha hecho a última hora, ya sabéis". De hecho, ayer por la noche no estaban previstas las declaraciones, sino sólo la foto.
Pero una foto en la que sólo han estado los miembros del Gobierno y del PSOE. De los portavoces parlamentarios sólo ha asistido el socialista, José Antonio Alonso, y su homóloga en el Senado, Carmela Silva. también Juan Barranco, presidente de la Comisión de Trabajo, y Jesús Caldera, el "negociador" que sustituyó en las conversaciones con los grupos aIsabel López i Chamosa, que tampoco ha estado presente. Del Gobierno, sin contar con los firmantes, la delegación ha sido de alto nivel: los tres vicepresidentes, Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Salgado y Manuel Chaves; y los ministros de Presidencia, Ramón Jáuregui; Industria, Miguel Sebastián; y Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.
Desde los grupos alegan que"sólo habían recibido una invitación formal" pero que "no se nos ha llamado por teléfono". Estaba previsto que acudieran al menos los portavoces de los tradicionales socios del Ejecutivo, CIU, PNV y CC, pero finalmente han optado por no acudir.
Desde CIU lo justifican diciendo que sólo han recibido por correo electrónico una "tarjeta escaneada del servicio de protocolo del Palacio de La Moncloa" y consideran que es una "manera de hacernos testigos, pero no partícipes del acuerdo". El propio portavoz del grupo, Josep Antoni Durán Lleida, ha hecho público un comunicado en el que asegura que "nadie del Gobierno" se ha puesto en contacto con él para invitarle, pero añade: "tampoco nos importa".
Fuentes del PNV han informado de que su portavoz, Josu Erkoreka, está de viaje fuera de España, pero señalan también que carecía de sentido su presencia ya que "todavía no ha empezado la negociación parlamentaria, por lo que "es sorprendente la invitación". La sorpresa se convertía en enfado en el PP, donde no sólo desmienten haber recibido la tarjeta de visita, sino también el documento del acuerdo. "Nos los hemos tenido que bajar de internet", han insistido fuentes de la dirección del grupo popular en el Congreso, que ya ayer rehusaban confirmar su presencia en el acto.