(Libertad Digital) Este plan económico incluye la inyección de 800.000 millones de dólares (unos 595.000 millones de euros) para rescatar al país de la recesión. Ha sido redactado por la presidenta del consejo de asesores económicos del presidente electo, Christina Romer, y por el principal consejero económico del vicepresidente Biden, Jared Bernstein.
Obama ha indicado que sus propuestas para estimular la economía estadounidense podrían salvar o crear entre tres y cuatro millones de empleos para 2010, un 90% de ellos en el sector privado. "Los trabajos se crearán en el ámbito de la pequeña y gran empresa, a través de un amplio espectro de industrias", dijo en su discurso semanal radiofónico y por Internet. "Serán la clase de empleos que no aceptará la gente con vistas al corto plazo, sino que servirán para posicionar nuestra economía para liderar el mundo a largo plazo", añadió.
Para generarlos, tiene previsto, según dice un importante incrementod e la inversión en energías renovables no contaminantes. Además, dice que las industrias que desarrollan energía limpia verán doblada su producción en los próximos tres años, mejorando la eficiencia energética de los millones de hogares estadounidenses.
Pero lo cierto es que el frenazo de la economía de EEUU, y su mayor sangría laboral desde la II Guerra Mundial, ha dejado las arcas del Estado vacías. El Plan Paulson ya ha supuesto 700.000 millones para tratar de reactivar la economía, aumentando la deuda del Estado. Obama propone ahora 800.000. Mientras, los ingresos fiscales caen en picado. El menor número de trabajadores, así como la política de contención de gasto que se ha impuesto entre las familias norteamericanas deja poco margen de maniobra al Gobierno.
Fuentes demócratas señalan que buena parte de esos cuatro millones de empleos que pretende crear el presidente electo de los EEUU tiene previsto generarlos mediante la puesta en marcha de proyectos de infraestructuras para mejorar carreteras, puertos, etc. No obstante, según publicó la pasada semana LD, el Congreso no descarta que estas nuevas inversiones productivas se traduzcan en un incremento del 50% en algunos impuestos como el de hidrocarburos.
Según sus propias estimaciones, casi 400.000 personas volverán a trabajar en el campo de las infraestructuras, bien reparando carreteras, puentes o escuelas, o bien instalando kilómetros de cables de banda ancha para permitir la conexión a Internet.
"No sólo vamos a crear trabajos, sino que ayudaremos a los que perdieron los suyos, así como a los estados y a las familias más afectados por esta recesión", manifestó. Entre otras medidas, el plan comprende "ampliación del seguro de desempleo, un recorte impositivo valorado en 1.000 dólares (744 euros), y asistencia federal a los estados que no recorten su presupuesto para servicios esenciales como Policía, Bomberos, educación y sanidad".
Como viene haciendo durante las últimas semanas, Obama advirtió de que las medidas adoptadas para combatir la crisis no tendrán un efecto inmediato sobre la economía, y que la situación empeorará antes de registrar una mejoría.