LD (Luis F. Quintero) El presidente Barack Obama discutirá este jueves con los ejecutivos de las 14 mayores compañías de crédito de EEUU formas para incrementar la protección a los consumidores y límites a las tarifas e incrementos en las tasas de interés.
La reunión se produce después de que el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes aprobara un proyecto de ley que limitará los aumentos de las tasas de interés sobre los balances existentes y prohibirá las tarifas injustificadas.
El servicio de tarjetas de crédito para el consumo que ofrecen las entidades financieras es bien conocido. La entidad ofrece a su cliente una tarjeta con un límite determinado de crédito con la que puede pagar las compras que desee hasta consumir la cantidad acordada.
Luego, el cliente devuelve a la entidad el importe en el plazo y con el interés establecido. La entidad renuncia a un dinero presente para obtener un beneficio futuro.
Es decir, que no deja de ser un tipo de préstamo, un tipo de crédito. El proyecto aprobado en la Cámara de Representantes pretende limitar los aumentos de las tasas de interés y prohibirá tarifas que considere injustificadas por el uso de estas tarjetas. De momento, se desconoce que entiende la Casa Blanca por injustificadas.
El problema es que la crisis económica y financiera que azota los mercados internacionales ha disparado la morosidad en los créditos al consumo (tarjetas de crédito). En el caso de España, en enero ésta tasa de morosidad se había disparado un 77% (el total de la mora de hogares y empresas creció un 143%).
En EEUU la situación no es más favorable. Según informa Reuters, la morosidad de las tarjetas de crédito en este país creció en febrero a su nivel más alto en casi 20 años, con pérdidas particularmente fuertes de American Express Co (AmEx) y Citigroup en medio de la recesión económica.
Crece el desempleo
Unos niveles que no extrañan, a juzgar por los datos de paro conocidos este mismo jueves. Según informa el departamento de Trabajo de EEUU las peticiones iniciales de subsidio por desempleo alcanzaron la semana pasada las 640.000 solicitudes, 27.000 más que la semana anterior.
Tal y como recoge Europa Press, la media móvil de las cuatro últimas semanas alcanzó las 646.750 peticiones de subsidio, lo que supone un descenso de 4.250 personas respecto a la semana pasada. No obstante, la cifra de personas que perciben subsidio de paro en EEUU aumentó por decimosegunda semana consecutiva hasta un nuevo récord de 6,13 millones de personas.
La consigna parece ser la tan manida "reactivación del crédito". Pero a mayor riesgo de impago, mayor endurecimiento de las concesiones de crédito. Por otro lado, no deja de resultar llamativa la iniciativa de la Administración Obama después de inyectar casi 12 billones de dólares (según los cálculos de algunos analistas) en rescates bancarios.
Por este motivo, el sector bancario estadounidense ha indicado que si esa legislación entrase en vigor el resultado será un aumento de precios y un menor acceso al crédito para los consumidores.
"Helicóptero Bernanke"
Precisamente, lo contrario de lo que Obama, Bernanke y Geithner dicen buscar. Mientras, en EEUU ya conocen al presidente de la Reserva Federal como "Helicóptero Ben", recordando aquella teoría de Friedman del saco de billetes bajo un helicóptero que repartiría la moneda entre los ciudadanos.
Entre los rescates y unos tipos de interés que rozan el 0% los EEUU siguen inundándose de billetes, que llegan primero a aquellas grandes compañías que habían cometido excesos, tienen grandes agujeros y necesitan la ayuda del Estado para no quebrar. Por otro lado, el resto de compañías y contribuyentes siguen sufriendo carencia de liquidez y poder adquisitivo.
De nuevo, como afirman algunos economistas, esta explosión de dinero beneficia de manera inmerecida a aquellos actores sociales mejor situados ante la máquina de hacer billetes.
En resumen, la Administración Obama mantiene prendidos los motores de la máquina de dinero para rescatar a los bancos a quienes no les deja que devuelvan el dinero prestado. El siguiente paso ya está en la cocina: será la Administración la que regule el mercado de las tarjetas de crédito.
Transparencia y equidad
En cambio, según ha dicho Valerie Jarrett, asesora principal de Obama, la Casa Blanca colabora con el Congreso en "la promoción de simplicidad, más transparencia, equidad y una clara rendición de cuentas para proteger a los consumidores contra prácticas abusivas y engañosas", según recoge Efe.
En los últimos dos años, a medida que se contrajo el crédito, las compañías que extienden las tarjetas a los consumidores han incrementado sustancialmente los intereses, aún sobre balances anteriores, y han multiplicado las comisiones por conceptos que no siempre se explican en términos inteligibles para el consumidor.
El proyecto de ley en la Cámara de Representantes, y uno similar que discute el Senado, sustentan los esfuerzos de los grupos defensores del consumidor y numerosos demócratas en el Congreso que buscan una reforma de las reglas en las prácticas de préstamos.