LD (M. Llamas) 110.000 millones de dólares. Ésta es la cifra que ha invertido el Gobierno de EEUU para estimular la industria automotriz del país y, sobre todo, evitar la quiebra de compañías históricas como General Motors (GM) o Chrysler. Sin embargo, el Gobierno de EEUU ha fracasado en su intento. Pese a los rescates, ambas compañías han terminado por declararse en bancarrota, y el Estado ha entrado en su accionariado -nacionalización parcial-.
Tras la quiebra de GM, el Tesoro de EEUU se ha hecho con el 60% de la compañía. Mientras, su porcentaje en Chrysler no es mayoritario, a la espera de que el grupo italiano Fiat confirme el principio de acuerdo alcanzado por vía judicial para hacerse con la compañía estadounidense.
Hasta el momento, el Gobierno que preside Barack Obama ha invertido 110.000 millones de dólares en la industria de la automoción. Tras la intervención de GM, con un coste extra de 30.000 millones para las arcas públicas, las ayudas públicas al gigante de Detroit suman ya 50.700 millones de dólares. Chrysler ha recibido 15.500 millones. A ello se suman los 14.000 millones de dólares destinados a las financieras de ambas compañías (GMAC y Chrysler Finnacial Services), dedicadas a la concesión de créditos para la compra de vehículos.
Además, el Gobierno se ha comprometido a inyectar otros 5.000 millones de dólares a las empresas proveedoras de ambas compañías. Por otra parte, en 2007 la Administración puso en marcha un programa de ayudas públicas para fomentar los coches eléctricos e impulsar la eficiencia energética en este sector. El pasado año el Congreso asignó 7.500 millones de dólares para la fabricación de “vehículos eficientes” bajo este programa de energía verde, cuyo presupuesto asciende a 25.000 millones. Así pues, el Gobierno ha comprometido un total de 110.000 millones de dólares en este sector.
Fuente: ProPublica
Parte de los créditos y los rescates públicos serán financiados a través del Plan Paulson (TARP), un fondo dotado con 700.000 millones de dólares que, en principio, estaba destinado a la compra de activos tóxicos al sistema financiero estadounidense. Sin embargo, se este fondo apenas quedan unos 70.000 millones de dólares. El Tesoro confía en que algunos grandes bancos del país reintegren en las próximas semanas el dinero público prestado por le Gobierno. De este modo, el Estado podría contar con nuevos fondos que, en esta ocasión, irían destinados al sector de la automoción.
¿Recuperará el dinero del rescate?
La cuestión es si el Gobierno recuperará el dinero invertido. En este sentido, el Tesoro prevé recuperar en cincos años la mayor parte de los 50.000 millones de dólares inyectados a GM, informa The Washington Post. Y ello, en base al volumen anual de ventas de coches y la previsible cuota de mercado de GM en el próximo lustro.
Durante los últimos años de burbuja crediticia, las ventas de automóviles llegaron a alcanzar los 16 millones de unidades al año. En la actualidad, apenas superan los 9 millones. ¿Problema? GM estima que el mercado volverá a alcanzar un volumen de ventas de 16 millones en 2012, tal y como muestra su propio plan de reestructuración, presentado el pasado febrero.
Un cálculo muy arriesgado, a la vista del desplome que ha sufrido la industria automotriz a nivel mundial. De hecho, es muy probable que las ventas en el segundo trimestre del presente año se sitúen por debajo de las estimaciones de GM. La compañía espera una modesta recuperación del sector en los próximos dos años. Sin embargo, tras el estallido de una burbuja suele llevar más tiempo regresar a los niveles alcanzados durante la expansión del crédito, con lo que el Gobierno tendrá serias dificultades para recuperar su inversión.
El siguiente gráfico muestra la venta de vehículos (automóviles, camiones ligeros, camiones pesados) en EEUU desde 1967:
