(Libertad Digital) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, clausuraba este sábado el Congreso del PSdG en Pontevedra, pero las palabras que más se esperaban no eran las relativas a Galicia y Touriño sino sobre los terribles datos del paro dados a conocer ayer, que confirman que ya son cuatro millones los parados en España.
Frente a quienes reclaman ya soluciones al Gobierno ante una crisis que es ya social y que puede recrudecerse aún más en los próximos meses, Zapatero ha lanzado una advertencia. "Hay quienes preguntan por qué no hacer un gran pacto con todos los partidos. Quiero decir cuál es mi posición", dijo el presidente, consciente de la expectación de sus declaraciones.
"Queremos concertar y hemos concertado" medidas "con sindicatos y empresarios, pero no será posible con el Gobierno que represento y con nuestras ideas acordar ni el despido más barato, ni el recorte de la protección social. No será posible", ha sentenciado el presidente del Ejecutivo tras la confirmación de que en tres meses se destruyeron más de 800.000 empleos.
En un discurso con continuas menciones a las "ideas" del partido que instantes antes desechara Rajoy, Zapatero ha dicho ante sus simpatizantes que "permanecen fuertes nuestros mejores valores". Según ha dicho, sus principios de "cohesión social", "justicia" y "de no someternos a que el mercado regule la sociedad", son los que "van a tener mucha más fuerza en este periodo de redefinición del orden político-social". "Podemos ofrecer mucho a los ciudadanos, tenemos mucho que dar", ha declarado.
El presidente, que se ha comprometido a involucrarse en la solución de la crisis y en las europeas también desde "primera línea", ha dicho de sí mismo que representa un "alto sentido de la responsabilidad" y desde ella va a "afrontar la dura crisis económica y afrontar el combate contra el paro y a favor del empleo". Ha abogado, además, por "dejar a un lado cualquier interés táctico" y pensar en los "trabajadores". "Así he actuado y así voy a seguir actuando", ha advertido.
La inversión pública
Zapatero ha pronosticado en Pontevedra que la crisis "más grave en todo el mundo en 50 años" es un "combate" que "vamos a ganar, haciendo un gran esfuerzo de inversión pública ante la parálisis de la inversión privada, que va a empezar a dar resultados dentro de poco tiempo".
Por ello, el presidente ha reincidido en su discurso habitual, y ha prometido trabajará para que "cuando salgamos de la crisis, la recuperación económica no se base en el ladrillo y la especulación". Zapatero ha prometido así que " el rumbo" va a implicar "mantener con fortaleza la inversión publica que sea necesaria". "Hay que explicar con claridad que ese proceso es duro" tras los "excesos que con viviendas cada vez mas caras fueron permitiendo engrosar los beneficios de muchos codiciosos", dijo el presidente.
A continuación, ha explicado que "Ha habido un exceso de inversión en vivienda que ha generado un crecimiento de la demanda y el precio. Un euro invertido en ladrillo es diez veces menos productivo que uno invertido en banda ancha", asegura. En esta línea ha deseado también dar su "agradecimiento a trabajadores y sindicatos, los que mas la sufren, por su contribución a la cooperación a pesar de las disputas", subrayando su acercamiento a dichas organizaciones a las que ha aumentado en un 50 por ciento sus subvenciones en 2006.
En la clausura del congreso del PSdG Zapatero ha dicho también que, en definitiva, "hay que cambiar el modelo de crecimiento. Eso también exige cambiar la piel de nuestro sistema laboral". En este punto, Zapatero opina que "el empleo que se destruye es el empleo precario, temporal, de mucha gente con falta de derechos laborales. Tenemos que ir a un modelo de crecimiento para que el nuevo empleo que se cree cuando estemos en condiciones sea más estable y con más garantías, eso nos hará mas fuertes".
"Durante las próximas semanas y meses, lo anticipo, se multiplicaran las voces de aquellos que quieren contratos con menos derechos de los trabajadores, que quieren facilitar el despido, y de quienes desean recortes del gasto publico, de las partidas sociales". Zapatero considera que esos mismos "son los que no lo necesitan, pero cuando lo necesitan si lo piden, me da igual que sean empresas u otras entidades".