Cuando el Gobierno anunció el cierre de la central de Garoña, también anunció la puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares (ATC), un proyecto que sacará a licitación después del verano.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se mostró convencido de que después del verano habría "pelea" y "bofetadas" entre los aspirantes para albergarlo. "Después del verano se sacará el concurso y veremos los ayuntamientos que desean alojar el almacén, y en función de las ofertas elegiremos el mejor almacenamiento de forma consensuada". Estaba equivocado.
Según informó este viernes la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC) no presentará ningún candidato a albergar el futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos de alta actividad, cuyo emplazamiento se buscará tras el verano.
El Ministerio de Industria abrirá después del verano una convocatoria pública para elegir el municipio en el que se ubicará este almacén temporal que guardará los residuos más radiactivos que generan las centrales nucleares españolas.Los municipios que integran AMAC han decidido en asamblea no presentar ningún candidato a este concurso porque consideran que el Gobierno no garantizará el desarrollo económico de la zona ni la financiación suficiente para implantar Planes de Emergencia.
Para esta asociación, no hay ningún organismo ni institución en el Estado que pueda asumir la dirección del proceso "con garantías de transparencia, información y participación para los municipios ni para la población", denuncia en un comunicado.
AMAT considera que el Gobierno "ha dado muestras permanentes de falta de compromiso" con los municipios del entorno de las centrales nucleares, "que siguen sin obtener ningún compromiso del Estado con su futuro después del cierre de las centrales nucleares", ni con la sociedad, ya que "el Estado tampoco asegura las inversiones necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos en un hipotético caso de emergencia nuclear".
En ese sentido, el comunicado de AMAT denuncia que, en la planta de José Cabrera (conocida como Zorita), las inversiones del Plan de Emergencia llegaron una vez cerrada planta, mientras que en el caso Trillo, el Estado canceló los convenios de colaboración para el desarrollo económico de la zona suscritos en su momento.
Además, AMAT critica la falta de información sobre el proyecto, del que no se sabe ni cómo será, ni cómo se va a organizar su construcción, ni cómo se garantizará la seguridad y la protección de las personas, ni cuáles serán los beneficios económicos de la zona que albergue el futuro ATC.
No obstante, AMAT subraya en el comunicado su apuesta por el futuro ATC y reitera que se opondrá a la existencia de almacenes individualizados para cada central nuclear.