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Moscú lanza un plan de fusiones masivas para eliminar 600 bancos

Por sorprendente que parezca, el Gobierno ruso quiere limitar el gasto público para reducir el déficit fiscal. Para salvar el sistema financiero promoverá las fusiones y reducirá los bancos de los 1.100 actuales a 500 entidades con el uso de 40.000 millones de dólares.

Por sorprendente que parezca, el Gobierno ruso quiere limitar el gasto público para reducir el déficit fiscal. Para salvar el sistema financiero promoverá las fusiones y reducirá los bancos de los 1.100 actuales a 500 entidades con el uso de 40.000 millones de dólares.

LD (L. Ramírez / M . Llamas) El Gobierno de Rusia ha decidido dar un giro a sus políticas públicas para capear la tormenta financiera. El difícil momento por el que pasa su mercado de valores se ha visto agudizado por la decisión de la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, que ha recortado la calidad de la deuda rusa a "BBB" con “perspectiva "negativa".

La rebaja se produce por la caída de los precios del petróleo, la fuga de capitales del país y la reducción de las reservas de divisas. El rublo acumula una caída del 40% en los últimos seis meses.

El Kremlin no quiere que las nuevas emisiones de deuda sean penalizadas en los mercados como consecuencia de esta rebaja (como ha pasado en España) y lanza un mensaje a los inversores: Limitará el gasto público para no elevar aún más su déficit presupuestario.

Razón no les falta a las autoridades rusas, ya que desde el pasado octubre sus bonos están cotizando con una prima de riesgo que ha llegado, incluso, a superar el nivel que alcanzó la deuda de Islandia, poco antes de entrar en bancarrota, tal como avanzó LD.

Según revela el rotativo británico Financial Times, Moscú pretende eliminar los rescates de empresas con dinero público y los recortes fiscales -en contra de lo defendido por el G-20 , EEUU y la Unión Europea-, y centrará todos sus esfuerzos de gasto en inyectar 40.000 millones de dólares (31.000 millones de euros) en el sistema financiero.

Con estos fondos, el Kremlin pretende impulsar un plan de reestructuración mediante fusiones bancarias, con el objetivo de reducir el número de entidades financieras de las 1.100 actuales a apenas 500. El proyecto lleva la firma de Igor Shuvalov, uno de los planificadores anti-crisis clave del Gobierno de Vladimir Putin.

Riesgo de disturbios sociales

Rusia se enfrenta a la peor crisis económica de la década, con una pronunciada contracción en la producción industrial tras años de sólido crecimiento. Las compañías están despidiendo a miles de personas, aumentando el peligro de disturbios sociales.

Fitch explica que le preocupa el debilitamiento de los balances de la deuda soberana de Rusia debido a la salida de capitales y a la caída en las reservas, que se desplomaron debido a las operaciones del banco central para apuntalar al rublo y a los menores ingresos por las exportaciones de petróleo.

"Las salidas de capitales podrían continuar si las autoridades implementan políticas macroeconómicas inconsistentes o si hay una continua falta de confianza en las instituciones y en el panorama financiero del país", según la citada agencia de calificación, lo que dejaría a Rusia ante un panorama muy incierto y oscuro.

El comunicado fue dado a conocer cuando cientos de inversores asistían a una de las conferencias más importantes de Rusia para escuchar a Igor Shuvalov, encuentro en el que presentó a los analistas su plan de reestructuración.

Sólo salvará a los bancos y a la industria energética y militar

En su discurso, al que no se permitió el acceso a la prensa, Shuvalov, primer viceprimer ministro, dijo que el Gobierno ampliaría su respaldo al sector bancario y limitaría la ayuda a las industrias y regiones, dado que el país está obligado a realizar recortes presupuestarios drásticos

"Para nosotros, lo más importante hoy es la estabilidad macroeconómica y respaldar al sector bancario", dijo Shuvalov al Troika Dialog Forum, según afirmaron los inversores que asistieron al evento.

Haciéndose eco de los temores de Fitch, Shuvalov dijo que el Estado suspendería la liberación de 50.000 millones de dólares para ayudar a las empresas a cancelar las deudas extranjeras después de haber gastado sólo una quinta parte de la suma.

En materia industrial, el Gobierno se centraría así en apoyar con inyecciones públicas al complejo militar, el monopolio gasista Gazprom, el monopolio ferroviario RZhD y a las empresas energéticas. Además, el Gobierno de Moscú no se plantea, de momento, crear un gran banco malo, para adquirir activos tóxicos, puesto que estimularía la corrupción, a diferencia de los planes de EEUU y la UE.

"No planeamos salvar a todas las compañías. Si en algún momento emitiésemos esta señal, sería una equivocación", dijo. "Nuestro negocio no está preparado para estar involucrados en quiebras y liquidación de compañías", agregó Shuvalov.

40.000 millones de dólares

Más tarde, el ministro ruso de Finanzas, Alexei Kudrin, confirmó en rueda de prensa que el Gobierno planea inyectar unos 40.000 millones de dólares (31.120 millones de euros) en los bancos del país, según informa la agencia Ria Novosti.

"Por el momento, estamos preparando un nuevo paquete de unos 40.000 millones de dólares para respaldar los ratios de solvencia (Tier 1 y Tier 2)", dijo Kudrin.

El responsable ruso de Finanzas señaló que la recapitalización de los bancos rusos representa una parte fundamental de las políticas anticrisis del Gobierno, y afirmó que en 2008 el Estado había otorgado préstamos a las entidades del país por importe de 900.000 millones de rublos (19.300 millones de euros).

Esta política contrasta con los mensajes de incremento del gasto público, rebaja de impuestos y rescates de sectores empresariales lanzados en el marco del G-20, EEUU y los países miembros de la Unión Europea. Para Rusia, lo vital es reducir el déficit fiscal y emplear el gasto público sólo para que los bancos sobrevivan, paliando, en parte, las pérdidas. Posteriormente, la intención del Kremlin es que se reactive el crédito.

La situación es extremadamente complicada, sobre todo si se analiza la evolución del mercado de valores ruso. Cuando la tormenta subprime estalló en Europa al concluir el pasado verano, el mercado ruso se vio obligado a cerrar en octubre, suspendiendo las cotizaciones ante las enormes caídas del valor de las acciones de los bancos, tal y como revelan los analistas de Seeking Alpha.

Sin embargo, en 2009, cuando la mayoría de Bolsas han entrado en una tímida recuperación -aunque acompañada de alta volatilidad- el mercado ruso sigue en caída libre:

Cotización del índice RTS del mercado de valores ruso

Fuente: Infobolsa
 

No es de extrañar, por tanto que el mercado de credit default swaps (CDS), en donde los inversores especulan con deuda derivada sobre la solvencia de compañías y también Estados (deuda soberana) para protegerse de los impagos (default), haya disparado todas las alertas sobre la solvencia del Estado ruso, tal y como adelantó LD. Y es que, durante las últimas jornadas este país, al igual que otras economías emergentes, observan una retirada masiva de capital por parte de los inversores foráneos.

Si se observa la evolución de la divisa, la pérdida de valor respecto al dólar es más que notable. Los datos muestran la intensa depreciación de la divisa rusa, que sigue en caída libre (o, dicho de otra forma, la apreciación del dólar respecto al rublo agudiza su escala ascendente):

Cotización del dólar respecto al rublo

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