L D (Agencias) El secretario de Relaciones Internacionales y coordinador de la Presidencia, Jorge Moragas, subrayó a Europa Press que la sociedad española "no entendería que el mejor sistema financiero del mundo" --como describió el presidente del Gobierno al sistema español en Nueva York-- no esté representado en una reunión donde se debatirá la reforma del sistema financiero internacional.
Moragas destacó que el Ejecutivo ha cometido algunos "errores diplomáticos" que, a su juicio, "no han ayudado nada" a promover la presencia de España en la conferencia, como haber "despreciado" en reiteradas ocasiones la figura del presidente estadounidense, George W.Bush, que es quien convoca la reunión.
También se refirió a que Zapatero "fanfarroneara" en Nueva York con respecto al peso económico de España en el mundo y metiera "el dedo en el ojo de forma gratuita" al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, cuando dijo que el primero no quiere ni oír que España puede superar a Francia en tres o cuatro años en renta per cápita y que al segundo le deprime que España ya supere a Italia en este ámbito.
Por todo ello, Moragas exigió al Gobierno que realice una "autocrítica" que se debería plasmar en su política exterior y le aconsejó que pida la ayuda de los 'populares' "en lugar de despreciarla" en una "cuestión de Estado" como ésta.
Preguntado sobre la asistencia que el PP podría prestar al Gobierno para conseguir la presencia de España en el debate sobre la reforma del sistema financiero internacional, Moragas afirmó que la relación que los 'populares' han mantenido con la Administración estadounidense "nunca ha sido mala", igual que la que mantienen con el Gobierno checo, que asumirá en el primer semestre de 2009 la presidencia de la UE.
Con respecto a que la reunión convocada por Washington se haya restringido al G-20, el grupo del G-8 y las principales economías emergentes ampliado, formado en 1999, Moragas señaló que en aquel momento el gobierno de José María Aznar trabajó para lograr la entrada de España en el G-8, porque quería formar parte del grupo de países más ricos y Rusia y no en el de las economías emergentes, un objetivo que se truncó, dijo, con la llegada al Gobierno de Zapatero. Zapatero reconoció este martes públicamente no haber dado nunca la batalla por entrar en el G-8, al tiempo que indicó no entender por qué España no forma parte del G-20.
A Blanco, como era de esperar, no le han sentado nada bien las críticas y ha acusado al PP de realizar un "papel cicatero" y "celebrar" la decisión de Bush de no invitar a Zapatero. En una comparecencia de prensa que tuvo lugar esta tarde en Zaragoza, Blanco lamentó la política del PP nacional basada en "poner palos en las ruedas" del Gobierno y emplazó a los populares a "arrimar el hombro", estar al lado del Gobierno de Zapatero y "abandonar el patriotismo de pacotilla".
Es el momento de apoyar "a España" para que el Ejecutivo central participe en la reunión internacional en la que se podrá dar "la mejor respuesta a la crisis financiera, que tiene su origen en las políticas neoconservadoras, que están haciendo 'crack" y de las que los populares eran "los delegados" en España, dijo José Blanco aludiendo a las intensas relaciones que el popular José María Aznar tuvo con Bush durante los ocho años que gobernó España (1996-2004).