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Toxo y Méndez se llevan 16.000 liberados a Madrid para calentar la huelga

"¡Zapatero dimisión!" es lo que han gritado los sindicalistas que han acudido al acto organizado por UGT y CCOO para arengar a la huelga general del 29 de septiembre. Unos 16.000 liberados sindicales arroparon a sus líderes Toxo y Méndez en el palacio de Vistalegre.

"¡Zapatero dimisión!" es lo que han gritado los sindicalistas que han acudido al acto organizado por UGT y CCOO para arengar a la huelga general del 29 de septiembre. Unos 16.000 liberados sindicales arroparon a sus líderes Toxo y Méndez en el palacio de Vistalegre.

UGT y CCOO siguen intentando calentar una huelga que se adivina un fiasco. Los sindicatos mayoritarios trataron, con poco éxito, el pasado fin de semana en Rodiezmo de agitar a sus bases de cara al paro general previsto para el 29 de diciembre. En la fiesta minera astur-leonesa no cosecharon demasiados apoyos. "¡No la hagáis!" (la huelga general), les gritaron los pocos que se acercaron a celebrar el festejo sindical.

Con todo, Cándido Méndez, Fernández Toxo y Alfonso Guerra se emplearon a fondo contra el PP a fin de animar a sus bases. Y hubo pocas críticas al gobierno que únicamente se atrevió a lanzar el líder de UGT.

Eso fue el domingo. Este jueves, los sindicatos mayoritarios han convocado un acto en el Palacio de Vistalegre de Madrid para preparar la huelga general del día 29 de este mes. Servirá, dicen, para que el Ejecutivo dé marcha atrás en la reforma laboral que acaba de aprobar el Congreso de los Diputados.

La asistencia ha sido algo mejor que la de Rodiezmo, aunque tampoco tiene mucho mérito, puesto que en esta ocasión se trataba de 16.000 delegados de los propios sindicatos traídos en trenes y autobuses contratados especialmente para la ocasión.

Es decir, que UGT y CCOO se han traído a Madrid a sus liberados sindicales para hacer una demostración de fuerza ante la huelga. Las grandes centrales aprovechan la legislación que permite a estos supuestos representantes de los trabajadores utilizar su tiempo de trabajo para actividades sindicales, sin perder salario. Son precisamente este tipo de privilegios los que, en muchas ocasiones, desatan las críticas del resto de los trabajadores. Quizás no se fiaban de su poder de convocatoria, tras el fracaso de sus últimas iniciativas.

Durante su intervención, Cándido Méndez ha dicho que el Gobierno "ha hecho la enésima rectificación" con la deuda de los ayuntamientos, pero no la última. "A partir del 29 de septiembre tendrán que rectificar en relación con lo que hoy se está aprobando (reforma laboral)" y sobre su propósito de ampliar de forma "impuesta y obligatoria" la edad de jubilación hasta los 67 años.

Por su parte, Fernández Toxo, ha dicho que el último viraje del Ejecutivo "es una manifestación más de lo errático de las políticas del Gobierno". "Lo que era bueno hace unos días, ya no lo es en este momento", añadió para apostillar: "Espero que lo que aplaudían en aquel momento critiquen ahora y no se sumen al coro".

"¡Zapatero dimisión!"

Pero por momentos, sus consignas casi fueron tapadas por los gritos de "¡Zapatero dimisión!" que proferían los asistentes, lo que provocaron nuevas caras largas a Toxo y Méndez.

Tras alrededor de tres horas, en las que el cantante Pedro Guerra o la actriz Petra Martínez se encargaron de amenizar el acto, plagado de banderas rojas con las iniciales de los sindicatos, sonó La Internacional, con la que se puso el punto final.

Huelga general

Dicho esto, el líder de CC.OO. dijo que el acto celebrado en Vistalegre supone un "impulso definitivo en el camino a la huelga general, que tiene su desencadenante en la reforma laboral que hoy se ha aprobado en el Congreso tras un trámite final "en una loca carrera precipitada en el Parlamento".

Así, tras acusar al Gobierno de dar "un giro a la derecha", Toxo apuntó que "hoy más que nunca tiene sentido la huelga general". En este sentido, confió en que "ésta sea un éxito de participación y que de ella se derive un cambio en las políticas del Gobierno", no sólo en materia laboral, sino también en lo que se refiere a las propuestas referidas a la protección por desempleo y la reforma del sistema de pensiones.

"Nadie cuestiona la legitimidad del Congreso de los Diputados, pero hay otras formas democráticas de expresión, como ésta, que es una suerte de cámara popular representativa que se va a hacer visibles, por si alguien no lo ha visto todavía, el próximo 29 de septiembre".

"Para que sus designios se cumplan necesitan un país apático, amnésico", dijo para apostillar que "la reforma laboral es reversible". Por su parte, el secretario general de UGT animó a trabajar "a tope" para llegar "hasta el tuétano de las empresas" para que los trabajadores conozcan las posibles consecuencias del "aluvión de medidas del Gobierno".

Por su parte, Méndez lamentó que, mientras que el acto sindical ha sido organizado para "defender lo que necesita el país", el Congreso ha aprobado "un paso atrás en materia de derechos, de calidad laboral, así como un proyecto que no servirá como revulsivo en la lucha contra el paro". "Le pongan un puno y coma, le quiten un punto y coma, la reforma laboral es una regresión social muy clara", concluyó.

Por otro lado, Méndez, que mostró su apoyo a los paros convocados por los mineros del carbón y por la Guardia Civil, afirmó que el año 2010 "va a tener dos días de la Constitución , el 6 de diciembre, y el 29 de septiembre". "El 29 será el día de la Constitución", añadió.

Dicho esto, el líder de UGT lanzó sus ataques contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien acusó de contradecir de forma "flagrante" su discurso de defensa de las políticas sociales de hace unos meses. "El problema no es que se haya quedado sin discurso, sino que ha abrazado con desesperación el discurso que rechazaba hasta hace poco", apostilló.

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