LD (Agencias) En su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda de la Cámara Baja, Fernández Ordóñez sostuvo que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) puede desempeñar un papel "importante" en posibles operaciones de saneamiento de alguna entidad financiera, llegado el caso.
"Su concurso en este tipo de situaciones se mostró eficaz en el pasado, lo que supone un activo en términos de experiencia y de reputación que puede resultar de gran utilidad", sostuvo Fernández Ordóñez, quien no obstante recalcó que los bancos y cajas de ahorros españoles no tienen activos tóxicos en sus balances.
El gobernador del Banco de España y miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) insistió en que es posible que la profundidad de la crisis económica y financiera mundial pueda implicar un proceso de reestructuración del sistema bancario español. "De producirse, el Banco de España actuará de la forma que lo ha hecho siempre, con el objetivo de que ni los depositantes ni los acreedores se vean afectados. Y, por supuesto, con discreción y profesionalidad", dijo.
El gobernador recordó que dentro de un mes el organismo supervisor hará públicas sus previsiones de crecimiento español para este año y el que viene y, aunque no quiso adelantar ninguna cifra, advirtió de que los cálculos hablarán de una recesión "de cierta magnitud" en línea con las que han previsto organismos como el FMI, la Comisión Europea o la OCDE.
Contracción del crédito
Dicha recesión, advirtió, va a llevar, "por sí sola", a que el crédito en España se estanque o incluso baje. Subrayó además, que, "en cualquiera de los escenarios posibles" de superación de esta crisis, las condiciones crediticias serán mas restrictivas y más limitadas que antes de la misma. Aunque destacó que los bancos y cajas afrontaron con "relativa fortaleza" la primera fase de la crisis financiera internacional, lo tendrán ahora "más complicado" para eludir la "segunda ronda de efectos" de esta situación. Entre estos efectos, Fernández Ordóñez subrayó la persistencia de la falta de liquidez, las dificultades de financiación y las "sobrerreacciones" o reacciones exageradas de los bancos y cajas a la recesión.
Así, explicó que la contracción del crédito se ha producido no sólo porque las familias retraigan su gasto, sino también por las menores expectativas de empresarios y trabajadores sobre sus rentas futuras y de bancos y cajas sobre el futuro de mercados concretos de gran relevancia en el crédito, como el de la vivienda.
Por tanto, añadió, el retroceso de la demanda, que en su opinión se produjo ya antes del recrudecimiento de la crisis financiera, "resulta insuficiente" para explicar, por sí solo, la desaceleración del crédito. El gobernador consideró en cualquier caso que "nada sería más contraproducente" que caer en "la simplificación errónea" de que la salida de la crisis depende exclusivamente de la disponibilidad abundante de crédito.
"La lógica ansiedad" por ayudar a que las familias y empresas accedan al crédito, añadió, puede derivar en diagnósticos "equivocados", con medidas que pueden resultar "contraproducentes". Así, alertó de que las propuestas de nacionalismo económico y de proteccionismo que están surgiendo en algunos países pueden amplificar la recesión global.
De esta manera, insistió en que las acciones que se lleven a cabo sean concertadas y coordinadas entre el mayor número posible de países. Fernández Ordóñez advirtió además de que la mayor parte de estas acciones requieren de un gran esfuerzo presupuestario, por lo que consideró "imprescindible" que se lleven a cabo sin poner en peligro la solidez de las finanzas públicas.