(Libertad Digital) El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, indicó este jueves que la intervención del Caja Castilla La Mancha (CCM) se hizo para evitar una "convulsión" en el mercado, porque la entidad corría el riesgo de una crisis en el mercado de bonos y la retirada de depósitos que pudiera provocar un "colapso en la liquidez".
Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para hablar sobre la intervención de CCM, Fernández Ordóñez destacó que la decisión adoptada tenía el objetivo de evitar que los problemas de una entidad contagiasen al resto de bancos y cajas del país.
Asimismo, indicó que dado que los administradores de la caja no fueron capaces de encontrar una solución que evitara el agravamiento de los problemas, no parecía razonable demorar las medidas cautelares para buscar otras soluciones. En este sentido, MAFO cargó contra la gestión llevada a cabo por el consejo de administración de la entidad manchega, ya que efectuó una mala "gestión de riesgos".
El futuro de CCM
En este sentido, insitió en que se corría el riesgo de que tras la apertura de los mercados del día 30, CCM sufriera una crisis en el mercado de bonos y una retirada de depositos que pudiera provocar un colapso de liquidez. Ordóñez hizo hincapié en que la entidad no tiene un agujero patrimonial, pero presenta problemas de liquidez, por lo que requería una serie de decisiones "con disciplina", y subrayó que la actuación del Banco de España ha estado "impregnada" de las lecciones de anteriores crisis.
"Tengan la seguridad de que Caja Castilla-La Mancha hará frente a todos sus compromisos con depositantes y acreedores", señaló el gobernador, quien insistió en que la entidad no tiene "ningún agujero patrimonial" y "sus activos son superiores a sus deudas".
Tras la intervención, el objetivo del organismo supervisor es administrar la entidad "el menor tiempo posible para buscar una salida ordenada a la misma". Indicó que la viabilidad del negocio futuro de la entidad puede lograrse "de diferentes maneras", entre las que citó, por ejemplo, la fusión con otras entidades. "La respuesta a estas opciones intentará ser rápida, pero no inmediata y requerirá de la colaboración de instituciones, empleados y acreedores", apuntó.
Fernández Ordóñez reconoció que el análisis que están acabando el Banco de España y los auditores sobre las cuentas de la caja de 2008 permite predecir que registrará pérdidas "importantes", aunque aseguró que son "sustancialmente inferiores" a algunas de las cifras manejadas públicamente estos días y que barajaban 800 millones de euros.
Reforma de cajas de ahorros
El gobernador del Banco de España, reclamó además una modificación legal que permita a las cajas de ahorros ampliar sus recursos propios "al menos con una facilidad parecida con la que lo hacen los bancos". Ordóñez señaló que deben hacerse diversas modificaciones normativas en el ámbito financiero para mejorar su funcionamiento y evitar nuevos problemas como el de esa entidad.
Recordó que dichas modificaciones estarían respaldadas por la moción que la propia Cámara Baja aprobó recientemente para elaborar una "hoja de ruta" para la reforma del sistema financiero. Aunque reconoció que corresponde al Gobierno y a las Cortes aprobar estas modificaciones, señaló que desde el Banco de España se verían como "positivos" ciertos cambios.
Entre ellos, habló de la posibilidad de que las cajas puedan ampliar sus recursos más fácilmente, lo que consideró "fundamental" para agotar "todas las soluciones privadas" al problema de una entidad "antes de pedir recursos al contribuyente".
"Debemos tomar nota de que la experiencia histórica nacional e internacional muestran que la prudencia y el sigilo es una condición necesaria para reducir los costes de las posibles salidas de entidades con dificultades", recalcó Ordóñez.
En caso contrario, añadió, se hará más difícil el trabajo de las administraciones públicas y, en último caso, el contribuyente pagará un coste mayor. En este sentido, recordó que la previsión de la institución es utilizar sólo 3.000 millones para solucionar los problemas de CCM del aval de 9.000 millones concedido por el Tesoro.
También reclamó un cambio "institucional" que, "siguiendo el modelo del fondo de garantía de depósitos", permita al sistema financiero y a su supervisor cumplir con los requerimientos de estar en la Unión Europea "sin que sea necesario convocar un Consejo de Ministros cada vez que" haya una operación como la intervención de CCM.
Por último, avanzó que en la "reestructuración ordenada de las entidades" debe existir máxima transparencia, de forma que "manteniendo la discreción" que debe haber en este tipo de operaciones, se garanticen "todos los procedimientos de rendición de cuentas que se consideren necesarios".