El consejero señaló que con esta medida se abriría una vía de reactivación de la deducción que en otro caso podría perder interés práctico si las empresas incurren en pérdidas o no generan beneficios suficientes al encajar el beneficio fiscal. "Esta técnica ya la implantó el PP en la deducción de las madres trabajadoras", dijo.
Según la Consejería de Economía y Hacienda, en la práctica, en tiempos de dificultades económicas ocurrirá que las empresas no dispongan de cuota tributaria suficiente para aprovechar en el propio ejercicio la total deducción por actividades de I+D+i a la que tengan derecho. En tal caso, la normativa tributaria permite aplicar hasta en 15 años siguientes los saldos de deducción no disfrutada.
El cómputo de plazo de 15 años puede diferirse hasta el primer ejercicio en que, dentro del periodo de prescripción, se produzcan resultados positivos, cuando se trata de entidades de nueva creación o que saneen pérdidas mediante la aportación efectiva de nuevos recursos, sin que se considere como tal la capitalización de reservas. Para evitar un coste recaudatorio excesivo, Beteta aboga por que esta ventaja se abra únicamente a las empresas de nueva creación.
"La base empresarial que se beneficia ahora de deducciones fiscales es muy pequeña, de 3.500 empresas y 350 millones de euros de deducción. Si queremos que la innovación sea eje del desarrollo español, hay que cambiar y favorecer la inversión empresarial con agilización, nuevas fórmulas y recursos para dar el salto positivo. Los informes de los organismos europeos así lo indican", aseguró.
Por ello, Beteta anunció que planteará a los sindicatos y empresarios, dentro de la Mesa del Diálogo social, que se sumen a este proyecto "innovador" y que sea un "clamor" al que se sumen las comunidades con invocación innovadora para "mover la legislación para que haya una normativa fiscal que favorezca de modo estable la innovación, que es lo que hoy requiere la economía madrileña".
Prolongación de ayudas I+D+ì
Beteta recibió hoy un documento que recoge las reclamaciones de CEIM y la Cámara Oficial de Comercio de Madrid para mejorar la fiscalidad tecnológica de las empresas en tiempo de crisis, centrada en mejorar la inversión y el desarrollo. En el mismo, se propone una deducción total para actividades de investigación.
Los empresarios madrileños proponen recuperar, lo antes posible, el total de la deducción en el Impuesto de Sociedades por actividades de I+D+I, como sucedía hasta 2006, cuando un reforma legislativa redujo el importe de la deducción hasta un 92 por ciento de su importe para los periodos impositivos iniciados en 2007, y hasta un 85 en los iniciados en 2008 y siguientes.
Asimismo, apuesta por mantener sin límite las deducciones para I+D+i. La última reforma del Impuesto de Sociedades fijó en 2012 el final de las deducciones en este impuesto para las actividades de I+D+i, en las que se benefician actualmente 3.200 empresas.
Los empresarios consideran que la actual "indefinición" del Gobierno perjudica a proyectos que podrían no llegar a iniciarse ya en las fechas actuales. Por ello, instaron a recuperar el incentivo, "lo que permitiría asumir con garantías nuevos procesos de I+D+i contribuyendo así, de manera importante, a reactivar la economía española sobre sólidas bases de futuro.
Igualmente, estiman que la eliminación de la deducción es contraria a la política aplicada por los países europeos más avanzados de nuestro entorno, lo que tendría "graves consecuencias" para el tejido industrial, "teniendo en cuenta que la posición de la Comunidad en el contexto internacional en gasto de actividades de I+D+i sobre el PIB, y especialmente en cuanto a gasto empresarial por actividades de I+D+i", indicó el consejero.
Por otra parte, la patronal y la Cámara de Comercio propusieron ampliar el ámbito de los incentivos fiscales de las actividades innovadoras relacionadas con la mercadotecnia. Sugieren que estas actividades puedan estar gravadas con un tipo específico, igual o algo más reducido que el correspondiente a innovación --que era del 10 por ciento antes de la reducción aplicable en 2007 y siguientes--.
Informe Técnico
En la actualidad, cualquier solicitud al Ministerio de Ciencia e Innovación de ayudas fiscales por actividades de I+D+i debe ir acompañado de un informe técnico, que solo pueden emitir 10 entidades acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditaciones AENOR.
Al entender que este coste frena el acceso a las ventajas fiscales a la I+D+i, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas (pymes), los empresarios demandaron que este gasto forme parte del propio proyecto y se incluya en la deducción fiscal por actividades de I+D+i.
En esta línea, pidieron al Ministerio de Ciencia y a la Comunidad que financie o exonere a las pymes del coste del informe certificativo de las empresas dedicadas a I+D+i y que necesitan para recibir ayudas, y cuyo coste medio es de 3.000 euros. La Cámara recordó que más del 99 por ciento de las 500.000 empresas madrileñas es pequeña y mediana.
Por otra parte, los empresarios propusieron compatibilizar la bonificación a la Seguridad Social de los investigadores con otras ayudas fiscales. Según la ley 25/2006, la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social para el personal investigador, que equivalen al 40 por ciento de las cotizaciones por contingencias comunes a cargo del empresario, son incompatibles con otro tipo de ayudas por actividades de investigación en el Impuesto de Sociedades.
Según datos regionales, Madrid es la región líder en gasto en I+D, al destinar cerca del 2 por ciento de su PIB, mientras que en el conjunto de España se sitúa en el 1,27. Las empresas son las que dedican el principal esfuerzo en gasto en I+D en Madrid, con un 59 por ciento del total, casi 4 puntos más que en la media nacional.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Madrid invitó a la ministra de Ciencia y Innovación, Cristina Garmendia, a colaborar "estrecha y coordinadamente" con la Comunidad y la Cámara para que las empresas consideren la innovación "como una ventaja indiscutible, aún en tiempos de crisis económica". "Todos tenemos que tener claro que no es posible mantener un tejido productivo competitivo en una economía globalizada si éste no avanza, innova y desarrolla nuevas y más eficaces soluciones de consumo", aseguró Santos Campano.
En el mismo sentido, el presidente de CEIM, Arturo Fernández instó a realizar un mayor esfuerzo para profundizar en crear innovaciones y apostó por lograr la transferencia de tecnología desde el mundo académico al empresarial y su incorporación a los procesos productivos. "Con ello, estas empresas conseguirían mejorar su eficacia y a sus actividades comerciales, lo que puede ayudar de forma notable a las pymes a paliar los efectos de la crisis", concluyó.