La versión oficial es que España está sufriendo ataques especulativos desde los mercados. Sin embargo, no existe un ente llamado "mercado" que pueda decidir si quiere comprar o no activos españoles. Son las decisiones individuales de cada uno de los agentes los que marcan el precio de una acción, la deuda pública o un bono de una empresa. Por eso, es tan grave lo ocurrido este lunes, cuando todos los activos asociados a España se han desplomado, por la desconfianza de los inversores en la situación económica del país, tras el rescate de la UE a Irlanda.
Cuando desde el Gobierno o la prensa se habla de "ataques de los especuladores", en realidad lo que ocultan es que los inversores no confían en un determinado activo. ¿Por qué la deuda española cotiza 2,36 puntos porcentuales por encima de la alemana? Simplemente, porque los inversores que están dispuestos a adquirir bonos alemanes a diez años obtienen una rentabilidad equivalente a un 2,55% de interés, pero no quieren bonos españoles a no ser que obtengan una rentabilidad del 4,90%.
Eso es lo que quieren decir esas cifras, ni más ni menos. Aunque España y Alemania comparten moneda, la fiabilidad de las cuentas de uno y otro es muy diferente. De hecho, si ambos países acabaran pagando, ganarían mucho más los que tengan bonos españoles, que tienen un interés más alto.
¿Y quiénes son esos inversores? Pues cualquiera con un plan de pensiones o un fondo de inversión o cualquier otro tipo de instrumento financiero. Desde la entidad que maneja los fondos de la asociación de maestros alemanes, al españolito de a pie que tiene sus ahorros invertidos en un fondo de pensiones de su caja. Todos ellos son inversores y especulan. Y cuando le dicen a su gestor que invierta "en algo muy seguro", lo que le están diciendo es "en activos como la deuda española, ahora mismo, no metas mi dinero".
BOLSA: -5,65% EN DOS DÍAS
Todos los mercados europeos están sufriendo este comienzo de semana marcado por la crisis irlandesa, pero el desplome del parqué madrileño destaca entre las caídas. El Ibex perdía este lunes más del 2% y dejaba atrás el nivel psicológico de los 10.000 puntos. Pues bien, este martes, volvía a repetirse la escena, con descensos superiores al 3% durante gran parte de la jornada, que cerraba con una caída final del 3,05%, hasta los 9.691 puntos. En las dos primeras sesiones de la semana, el principal índice de la bolsa española se ha dejado un 5,65%.
Además, entre todos los valores, eran los bancos los más castigados, por su exposición a la deuda pública española. Ni siquiera el BBVA y el Santander, las dos grandes entidades financieras hispanas, que ya tienen mucho más de la mitad de su negocio fuera de las fronteras españolas lograban salvarse de la debacle. De hecho, fueron dos de los valores más castigados del Ibex, con caídas superiores del 3,90% y el 4,73% respectivamente.
LA PRIMA DE RIESGO: 236 PUNTOS
Mientras tanto, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes superaba esta tarde todos los récords al alcanzar por primera vez desde la puesta en marcha del euro los 236 puntos básicos, ante las tensiones en los mercados por la incertidumbre sobre el contagio de la crisis irlandesa. De esta manera, el diferencial de España superaba su máximo intradiario de 232 puntos básicos registrado el pasado 17 de junio, al dispararse más de 25 puntos básicos en comparación con los 210 puntos básicos en los que cerró la sesión del lunes.
En concreto, la rentabilidad de los bonos españoles escalaba hasta el 4,90%, frente al 2,55% de los bonos alemanes. Al cierre de la sesión del lunes, la rentabilidad de los bonos españoles era del 4,75% y la de su homólogo germano del 2,65%.
Por su parte, los costes de los seguros de crédito frente a impago de la deuda española a cinco años (CDS) también registraban máximos históricos y se situaban en 297.700 euros anuales por cada diez millones de emisión, frente a los 281.800 euros del anterior cierre. En este sentido, los analistas de Saxo Bank auguran que España acabará solicitando ayuda en 2011 ante el encarecimiento de la refinanciación de su deuda.
SUBASTA DE DEUDA: EL DOBLE DE COSTE
Pero los problemas no se quedaron sólo en los mercados, en los que cotizan las empresas españolas y la deuda ya emitida. El Tesoro Público tenía prevista una subasta para este martes, en la que esperaba colocar 3.256 millones de euros en letras a tres y seis meses, una cantidad y un plazo razonables, que no anticipaban un problema en la colocación.
Sin embargo, la subasta de letras a tres meses se saldó con la adjudicación de 2.091,47 millones de euros, frente a una demanda de 4.896,47 millones de euros, a un tipo marginal del 1,870%, casi nueve décimas superior al del 0,974% de la última subasta. Por su parte, la emisión de letras a seis meses logró colocar 1.164,59 millones de euros, de un total de 3.080,59 millones solicitados, con una rentabilidad del 2,260%, casi un punto porcentual superior al tipo del 1,298% de la última emisión.
Esto quiere decir decir, que el coste para la Hacienda española de emitir deuda es casi el doble de la última emisión, que tuvo lugar el 26 de octubre, hace menos de un mes.
Hay que diferenciar entre lo que supone este aumento y el dato ofrecido antes de que la prima de riesgo se situaba en 237 puntos básicos. Esta última cifra hace referencia a la deuda ya emitida y que está en los mercados, mientras que la subasta del Tesoro es un dato de la nueva deuda que emite la Hacienda española. En cualquier caso, los datos muestran claramente la caída en ambos casos: colocar deuda española en estos momentos es muy caro.