La publicación ha realizado una consulta con doce expertos internacionales para que pusieran nota a la gestión del Ejecutivo español de la crisis económica. La mayoría de estos critica la actuación del Gobierno, salvo Jim O'Neill, socio de Goldman Sachs y director del Global Economic Research, quien cree que "en general" Zapatero ha hecho un "trabajo OK". No obstante, tampoco faltan críticas a la oposición, los empresarios y los sindicatos.
No es esto lo que piensa Martin Wolf, jefe de opinión económica del Financial Times y doctor 'honoris causa' por la London School of Economics. Este experto asegura que "la crisis española se originó por un problema interno, y no porque coincidiera con la mundial". Una afirmación esta que el Gobierno ha negado insistentemente. Según Martin Wolf, "el Gobierno de Zapatero debería haber actuado de manera más drástica y haber controlado la construcción", sin embargo, afirma que "el Ejecutivo olvidó tomar medidas para flexibilizar el mercado laboral".
En opinión de este analista, muy pocos políticos entendieron a lo que se enfrentaban, aunque cree que Pedro Solbes sí sabía lo que venía, pero, matiza, "no lo compartió".
Ahora, considera que si Zapatero "no ejerce mano dura ahora, quizá tengan que hacerse cosas mucho más terribles en el futuro". "No sé si los españoles soportarán estas medidas de austeridad. Lo que está claro es que la crisis no va a desaparecer y que tienen que aceptar que el pasado fue una ilusión insostenible", avisa.
Corrupción y cajas de ahorros
Martin Wolf sólo hace concesiones con el Banco de España, del que asegura que hizo "una excelente labor" por hacer que las entidades bajo su control se mantuvieran "en buena forma", pero advierte que "no puede decirse de las cajas de ahorro donde, al parecer, la corrupción local pudo haber contribuido a la locura prestataria (crazy lending)".
Jörg Decressin, subdirector del Departamento de Análisis Financiero del Fondo Monetario Internacional, opina que Zapatero tiene que diseñar "como otras economías avanzadas, un plan fiscal a medio plazo que haga crecer al país" y cree que la "fuerte respuesta en términos de estímulos fiscales ha sido adecuada, pero no ha sido suficiente".
El asesor de la Reserva Federal de EE UU y profesor de la universidad de Duke, Juan Ramos-Rubio, no cree que la situación de España vaya a "desembocar en bancarrota, al menos a corto plazo". "En pocas palabras: España no es Grecia", apostilla.
Otra cosa, afirma, son "los problemas de deuda a largo plazo" relacionadas con las pensiones o la sanidad. "La mayoría de las predicciones qeu tenemos sobre el comportamiento futuro de estas dos partidas de gasto son insostenibles y para asustar", relata. No obstante, cree que aunque Zapatero "más por necesidad que por otra cosa", recortara programas sociales, la oposición le negará el apoyo y "eso hace que los problemas se alarguen y amplíen".
Zapatero no parece tener un plan
El Premio Nobel de Economía 2008 y profesor de la Universidad de Princeton, Paul Krugman, advierte de que "lo que ocurra con España será crítico para la supervivencia de la UE", mientras que Xavier Sala-i-Martín, titular de la cátedra Jerome and Matthew Grossman de la Universidad de Columbia, se muestra convencido de que Zapatero "está rezando para que termine mágicamente la crisis sin liderar ni una reforma". "No parece tener un plan", exclama y lo justifica explicando que el jefe del Ejecutivo "no quiere hacer nada porque cualquier cosa" va a herir a "algún aliado".
En este sentido, explica que "para solucionar el paro va a tener que pelearse con los sindicatos; para el tema bancario, con la banca; para el déficit, despedir funcionarios". "Si no actúa, España se estancará en un crecimiento del 0 por ciento, como Japón en 1990", sentencia.
Según Sala-i-Martín, en EE UU "se percibe, con cierta sorpresa, la falta de liderazgo en España". "No es que su problema sea parecido al de Grecia, sino que tiene unos líderes que no hacen nada", critica y amplía esta falta de liderazgo a la oposición, los sindicatos y los empresarios", de los que dicen que "están preocupados por no perder peso político, en vez de tomar decisiones".
Ha sucumbido a los mercados
Jonathan Michie, presidente del Kellog College de la Universidad de Oxford, cree que el Gobierno de Zapatero "no debería haber permitido que los mercados financieros mundiales llegaran a tener y mantener tanto poder en su economía interna". "Fue un grandísimo error haber eliminado los controles de cambio y tienen que volver a aplicarse", exclamó y advirtió que el presidente "ha sucumbido a los mercados financieros internacionales de la misma manera que le ocurrió al gobierno laborista en Gran Bretaña en los últimos 13 años". Por ello, propone controlar a los bancos a las agencias de rating.
El profesor de la Harvard Business School, Rafael di Tella, también es duro en sus críticas al afirmar que si Zapatero "hubiera sido menos mezquino con Aznar -y hubiera rescatado algún aspectos de las reformas anteriores-, ahora convencería mejor a los mercados de capitales de que va a poder ponerse de acuerdo en hacer los ajustes necesarios para controlar la deuda".
Iain Berg, profesor del European Institute y de la London School of Economics, critica al jefe del Ejecutivo por no preocuparse de "dinamizar el mercado laboral". En el mismo sentido apunta Pankaj Ghemawat, profesor de Estrategia Global en el IESE y en Harvard Business School, quien cree que "España no ha crecido en productividad desde 2000". En su opinión, la respuesta implica "importantes reformas de las leyes laborales y los mecanismos para ayudar a las pymes".
"Mirad lo que hizo Irlanda"
Para Carmen M. Reinhart, directora del Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Maryland, cree que la diferencia de España con Grecia es "su deuda privada, no su deuda pública". Por ello, considera que "Zapatero debe mirar a lo que hizo Irlanda: una gran reestructuración bancaria con medidas de austeridad dolorosas, pero necesarias".
Para Philippe Legrain, 'Visiting fellow' por la London School of Economics, escritor y comentarista de la BBC, "España necesita un cambio" y la reforma implica "varios niveles, ya que en el mercado laboral español hay personas que tienen trabajo de por vida (funcionarios), una gran masa de población con contratos temporales precarios y un sector que está excluido de todo". Además, considera que España "necesita invertir en las industrias de alta tecnología". "Zapatero debe emular la fórmula de Silicon Valley y apostar por los emprendedores", afirma.
Goldman Sachs aprueba a Zapatero
Sin embargo, Jim O'Neill, socio de Goldman Sachs y director del Global Economic Research, cree que Zapatero "en general, ha hecho un trabajo OK", aunque también estima que la contracción fiscal ha podido contribuir a hacer más profunda la recesión doméstica. Sin embargo, no piensa que el Gobierno "tuviera mejores opciones".
Ahora estima que el principal problema de España es "la falta de tiempo". Cree que el crash inmobiliario tiene que "tocar fondo" y España debe "mejorar poco a poco sus niveles de competitividad y productividad". "No creo que el país tenga que hacer mucho más, a no ser que los mercados decidan forzarle a tomar una posición diferente", decía este analísta antes del castigo de los mercados de la semana pasada.