Los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro aprobaron un pacto para impulsar la competitividad de la región, que recoge la mayor parte de las exigencias planteadas por Berlín como condición para aumentar el fondo de rescate, aunque matizadas. "Principio de acuerdo sobre el Pacto del euro", ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un mensaje a través de una red social.
Aunque los principios generales son los impulsados por Angela Merkel como condición para aceptar una reforma del fondo de rescate, la redacción final quedará bastante alejada de los deseos de la canciller alemana. De esta manera, se fijan una serie de áreas en los que los gobiernos de los países de la zona euro tendrán que actuar, pero se deja un gran margen para que cada Ejecutivo legisle según crea conveniente.
Los objetivos incluyen adaptar la edad de jubilación a la esperanza de vida, controlar los costes salariales y alinearlos con la productividad, flexibilizar el mercado de trabajo, incluir frenos a la deuda y el déficit en las legislaciones nacionales y una mayor coordinación del impuesto de sociedades. Aunque la dirección es la marcada por Berlín, el recorrido que cada país realizará dependerá de la voluntad de su Gobierno.
Compromisos anuales
En virtud del acuerdo, los países del euro deberán anunciar compromisos anuales sobre estos aspectos y tendrán que presentar resultados en 12 meses, aunque se da libertad a los gobiernos para decidir las medidas que adoptarán para alcanzar esas metas, con objeto de salvar las reticencias de algunos socios a las imposiciones alemanas. Los primeros compromisos nacionales deberán presentarse al máximo nivel durante la cumbre del próximo 24 de marzo o en la siguiente reunión, en junio.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha mostrado favorable a la adopción de este pacto, que considera necesario para "eliminar las rigideces de las economías domésticas" europeas y ganar competitividad, según afirma en una carta que envió al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.
A juicio de Zapatero, esto significa "alinear salarios y productividad", aspecto en el que según él es esencial el apoyo de sindicatos y empresarios.
Alemania ha condicionado la reforma del fondo de rescate para países endeudados a la adopción de este pacto. Aprobado en mayo de 2010 para evitar un contagio de la crisis griega, el fondo fue rápidamente cuestionado, debido al tamaño de las economías en peligro y a que la capacidad de financiación del mismo es en realidad inferior a los 750.000 millones de euros comprometidos.
Grecia, Irlanda y Portugal
La reforma permitiría incrementar su capacidad y otorgarle nuevos usos para que los países en apuros pudieran acogerse a la solidaridad de sus socios sin tener que hacer frente a las duras exigencias de los rescates al uso, como los aplicados para Grecia e Irlanda.
Este punto es fundamental ante el agravamiento de la crisis en Portugal, cuya deuda se sitúa a intereses superiores al 7 % y que se ha visto obligada a anunciar un nuevo paquete de medidas para intentar calmar a los mercados de deuda.
El pacto de competitividad y el fondo de rescate forman parte de un paquete global de medidas contra la crisis de la deuda que también se está discutiendo esta noche, pero sobre el que no se esperan acuerdos hasta la cumbre del 24 y 25 de marzo. "Aún estamos discutiendo los otros elementos del paquete", ha dicho el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, en un mensaje en emitido en una red social.