Esta es una de las previsiones realizadas por la consultora inmobiliaria y financiera Advantas, creada recientemente por Miguel Ruiz-Valdepeñas -ex director de la división inmobiliaria de Deloitte- y por Pelayo Goizueta -ex gerente del negocio inmobiliario GBS Finanzas y de Deloitte-.
Ambos expertos explicaron en una entrevista con Efe que los embargos de viviendas, solares, locales y demás activos inmobiliarios realizados hasta la fecha por la banca serán inferiores a los que previsiblemente acometerán durante este año, ya que los afectados han estado esperando hasta que la situación se ha hecho insostenible.
Según el último informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, el importe de los activos inmobiliarios embargados por la banca asciende a 59.700 millones de euros, y es el resultado de procesos judiciales de ejecución de deuda -adjudicaciones-, de liquidación de deuda -daciones en pago- o de compras.
De esta forma, las entidades financieras seguirán incorporando más activos inmobiliarios a sus carteras de los que podrán vender durante los próximos 3 ó 4 años, por lo que su cartera irá en aumento, apuntaron los expertos de Advantas.
"Este patrimonio irá creciendo en los próximos años", aseguraron, aunque dependerá de la situación económica, los tipos de interés y la tasa de empleo, por lo que la situación inmobiliaria podría tardar en volver a la normalidad "entre 5 y 10 años".
Ruiz-Valdepeñas y Goizueta decidieron establecerse el pasado año por su cuenta con un proyecto enfocado a la "gestión de activos complejos" en manos de las entidades financieras, por ejemplo terrenos sin desarrollar o viviendas a rehabilitar que no tienen una fácil salida en la situación actual del mercado.
Pese a la aparición de equipos inmobiliarios o sociedades especializadas en la gestión de este tipo de activos, creadas o fomentadas por las propias entidades financieras, Advantas ha encontrado aquí un nicho de negocio.
Además de valoraciones de la cartera de viviendas en manos de cajas y bancos, Advantas también busca soluciones, por ejemplo a los suelos mediante el desarrollo de inmuebles protegidos o en régimen de cooperativa.
Y es que estos dos "cazadores de tormentas inmobiliarias" tratan de poner en el mercado los activos en manos de promotoras y, fundamentalmente, de entidades financieras mediante la colocación de paquetes a inversores internacionales, aunque lo preferible, aseguran, es la venta en menudeo.
En cuanto a las inmobiliarias, se dedican a la revisión y actualización de sus planes de negocio, el análisis de la viabilidad de sus proyectos y la coordinación en procesos de desinversión.
Entre sus principales trabajos destaca el realizado para el Banco Mundial en Albania, donde analizaron el sistema inmobiliario e hipotecario y detectaron los obstáculos que provocaban la paralización efectiva del sector.
En el mercado doméstico, Advantas ha asesorado a un comprador en la adquisición de algunas sucursales de las puestas en el mercado por una conocida entidad financiera en régimen de "sale & leaseback" (venta para posteriormente continuar en régimen de alquiler).
Advantas se creó en marzo del año pasado y está presente en unas 45 provincias con más de 60 empleados ya sea de forma directa e indirecta