LD (Libertad Digital) Según los últimos datos del Banco de España, mientras que la cifra de billetes de 500 euros puestos en circulación durante el pasado año se redujo en un 1,7%, hasta situarse en 112 millones de unidades, el volumen de billetes de 200 euros aumentó en casi un 5%, alcanzando los 22 millones.
Gestha indica que, en la actualidad, España mueve en billetes grandes buena parte del efectivo de la zona euro, ya que acapara cerca de la cuarta parte de los billetes de 500 euros y supera el 12% de los de 200 euros.
En concreto, en España el importe de estos billetes de alto valor se situó en 56.243 millones de euros al cierre de 2008 , mientras que en el caso de los billetes de 200 euros, el importe puesto en circulación fue de 4.341 millones de euros, lo que supone que el 71% del valor total del efectivo (85.666 millones) en manos de los españoles está en billetes de alta denominación.
Los técnicos de Hacienda destacan cómo la caída del importe de los denominados 'Bin Laden' (billetes de 500 euros) en 2008 se vio parcialmente compensada con el aumento del efectivo en billetes de 200 euros puesto en circulación por el Banco de España (152 millones de euros), lo que es sintomático del "ligero despunte" de un nuevo instrumento fraudulento para saldar negocios al margen del Fisco.
De esta forma, Gestha estima que la bajada de la cifra de billetes grandes en circulación responde tanto a la caída de la actividad inmobiliaria como a la incipiente tendencia de los "grandes defraudadores" a utilizar billetes de 200 euros, temerosos de ser descubiertos por las actuaciones de inspección anunciadas por la Agencia Tributaria en este sentido.
Así, reconoce que si bien las 13.000 investigaciones iniciadas por la Agencia Tributaria en los dos últimos años relativas a operaciones efectuadas con billetes grandes entre 2003 y 2005 fueron "muy escasas", sí han desempeñado un "papel disuasorio" para algunos de los defraudadores. Las investigaciones realizadas sobre billetes de alto valor facial en 2007 sólo permitieron controlar poco más del 1% de estas operaciones opacas, según Gestha.
Menos billetes de 500 por la atonía de la construcción
Por otro lado, estima que la caída de los billetes de 500 euros en circulación responde también a la atonía de la actividad de las empresas constructoras e inmobiliarias, donde el pago de dinero negro en las operaciones de compraventa se realiza habitualmente con billetes grandes, generando una de las principales bolsas de fraude en España.
Los datos de Gestha apuntan a que en la actualidad, la evasión fiscal en este sector ronda los 8.600 millones de euros anuales.
Para el colectivo de técnicos, la nueva obligación de bancos y cajas de informar de aquellas operaciones en efectivo que superen los 3.000 euros, a partir del año 2010, reducirá la economía sumergida en España y ayudará a la Inspección de Hacienda a realizar un seguimiento más eficaz de la demanda de billetes grandes a través del control de una serie de datos (nombre, apellidos, razón social, etc.) de las personas o entidades que protagonicen operaciones de este tipo.
No obstante, lamentan que esta medida no se ponga en marcha antes del próximo año, así como que no alcance a aquellas operaciones fraudulentas que se hayan llevado a cabo en los últimos cuatro años.
Gestha indica que, en la actualidad, España mueve en billetes grandes buena parte del efectivo de la zona euro, ya que acapara cerca de la cuarta parte de los billetes de 500 euros y supera el 12% de los de 200 euros.
En concreto, en España el importe de estos billetes de alto valor se situó en 56.243 millones de euros al cierre de 2008 , mientras que en el caso de los billetes de 200 euros, el importe puesto en circulación fue de 4.341 millones de euros, lo que supone que el 71% del valor total del efectivo (85.666 millones) en manos de los españoles está en billetes de alta denominación.
Los técnicos de Hacienda destacan cómo la caída del importe de los denominados 'Bin Laden' (billetes de 500 euros) en 2008 se vio parcialmente compensada con el aumento del efectivo en billetes de 200 euros puesto en circulación por el Banco de España (152 millones de euros), lo que es sintomático del "ligero despunte" de un nuevo instrumento fraudulento para saldar negocios al margen del Fisco.
De esta forma, Gestha estima que la bajada de la cifra de billetes grandes en circulación responde tanto a la caída de la actividad inmobiliaria como a la incipiente tendencia de los "grandes defraudadores" a utilizar billetes de 200 euros, temerosos de ser descubiertos por las actuaciones de inspección anunciadas por la Agencia Tributaria en este sentido.
Así, reconoce que si bien las 13.000 investigaciones iniciadas por la Agencia Tributaria en los dos últimos años relativas a operaciones efectuadas con billetes grandes entre 2003 y 2005 fueron "muy escasas", sí han desempeñado un "papel disuasorio" para algunos de los defraudadores. Las investigaciones realizadas sobre billetes de alto valor facial en 2007 sólo permitieron controlar poco más del 1% de estas operaciones opacas, según Gestha.
Menos billetes de 500 por la atonía de la construcción
Por otro lado, estima que la caída de los billetes de 500 euros en circulación responde también a la atonía de la actividad de las empresas constructoras e inmobiliarias, donde el pago de dinero negro en las operaciones de compraventa se realiza habitualmente con billetes grandes, generando una de las principales bolsas de fraude en España.
Los datos de Gestha apuntan a que en la actualidad, la evasión fiscal en este sector ronda los 8.600 millones de euros anuales.
Para el colectivo de técnicos, la nueva obligación de bancos y cajas de informar de aquellas operaciones en efectivo que superen los 3.000 euros, a partir del año 2010, reducirá la economía sumergida en España y ayudará a la Inspección de Hacienda a realizar un seguimiento más eficaz de la demanda de billetes grandes a través del control de una serie de datos (nombre, apellidos, razón social, etc.) de las personas o entidades que protagonicen operaciones de este tipo.
No obstante, lamentan que esta medida no se ponga en marcha antes del próximo año, así como que no alcance a aquellas operaciones fraudulentas que se hayan llevado a cabo en los últimos cuatro años.