(Libertad Digital) Los ciudadanos cuyas rentas mejoren simplemente por recoger la subida de la inflación pagarán más el próximo año. Aunque el Partido Socialista había hecho bandera de la famosa deflactación de la tarifa del IRPF, en especial durante la campaña electoral de 2004, este año el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, no lo ha considerado prudente.
Desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno, esa corrección se aplicó cada año con el argumento de que era una medida justa para los trabajadores. Sin embargo, ha llegado la crisis y han cambiado de opinión. Al ingresar 1.000 millones de euros más, la Administración mitiga el efecto de medidas más costosas, como la conocida devolución de 400 euros, que se mantendrá en 2009 y que cuesta a las arcas públicas 5.000 millones de euros.