Sin entrar en consideraciones macroeconómicas sobre el coste de esta emisión para el erario público (el interés, más el 3% que cobrará las entidades financieras por asegurar la emisión y la colocación), hay que analizar los riesgos para el inversor, que atraído por el 4,75% a un año puede suscribir estos bonos desde tan solo 1.000 euros.
El punto fundamental y que ha causado muchos quebraderos de cabeza a más de un inversor es que como toda emisión de renta fija estamos hablando de productos que cotizan en un mercado, cuyo precio varía y que tiene una serie de riesgos que tiene que conocer.
El primer lugar el riesgo de impago, el que puedo llevar a un mayor quebranto ya que supone no cobrar la cantidad invertida, aunque poco probable existe ese riesgo lo cual no sucede con los productos de ahorro, ya que el Fondo de Garantía de Depósitos cubre en cuentas remuneradas y depósitos hasta 100.000 euros por impositor y entidad financiera.
El segundo y más frecuente es el coste si queremos recuperar el dinero antes de tiempo. Mientras que las cuentas remuneradas son completamente líquidas, podemos recuperar nuestro dinero sin coste, en los depósitos si puede existir una comisión de cancelación pero que penaliza como máximo los intereses cobrados. Por el contrario los bonos, como indica en su publicidad su liquidez es al vencimiento o en el mercado secundario sujeto a cotización (Bolsa de Barcelona), es decir desde el día en que se inicie su desembolso, el 19 de noviembre, cotizan y su precio todos los días variará dependiendo de cómo estén los tipos de interés en el mercado, el plazo para su vencimiento y que existan compradores dispuestos a adquirir estos bonos.
Teniendo en cuenta estas variables, existe un riesgo de precio al alza o a la baja, que el cliente debe tener en cuenta y por tanto lo recomendable es que ese dinero que invierta no lo vaya a necesitar hasta que cumpla el plazo.
Esta misma operativa la deben tener en cuenta en otros productos financieros como obligaciones, participaciones preferentes o cedulas hipotecarias en las que existe estos riesgos que debe conocer y ser informado a través del folleto de emisión del producto, y no olvidar nunca que en la inmensa mayoría de los casos todo aumento de rentabilidad trae consigo un mayor riesgo.