(Libertad Digital) Los sindicatos no quieren enfrentarse con el Gobierno, especialmente UGT y CCOO, que han cerrado un acuerdo bajo mesa con el Gobierno para no convocar una huelga general, a cambio de que Moncloa no reforme el mercado laboral y siga manteniendo el sistema de negociación colectiva. Los trabajadores temporales pagan la crisis engrosando las filas del paro y los protegidos salvan sus empleos siempre que sus empresas no cierren.
Hasta el presidente del Ejecutivo, José Luís Rodríguez Zapatero pidió a UGT que le diera "su cariño" ante el panorama desolador de la economía española.
España es el único país del mundo en el que las manifestaciones del pasado uno de mayo fueron lideradas por el Gobierno que, de la mano de los sindicatos, protestaron contra la crisis como si fuera algo externo a la gestión del Ejecutivo. UGT y CCOO sólo se manifiestan contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre".
Este jueves se volvió a repetir la escena. Miles de personas (50.000 según los convocantes y 20.000 con cifras policiales) agrupadas principalmente bajo las siglas de CCOO, UGT y USO, cortaron el centro de Madrid para denunciar la falta de unidad de acción por parte de la UE y "para pedir al Gobierno que pase de las palabras a los hechos.
La manifestación, enmarcada en una serie de concentraciones convocadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que tendrán lugar en otras ciudades de Europa, aunó bajo el lema 'Combatir la crisis: El trabajo lo primero' a los secretarios generales de CCOO., Ignacio Fernández Toxo; de UGT, Cándido Méndez; y de USO, Julio Salazar, que estuvieron acompañados por la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín y el coordinador de IU, Cayo Lara, entre otros.
Según informa EFE, en un ambiente festivo los manifestantes marcharon desde la Plaza de Colón hasta las inmediaciones de la Puerta del Sol entre las 12.00 de la mañana y las 13.00 del mediodía, sin que se produjeran incidentes destacados. Durante el trayecto, los tradicionales colores rojo y blanco de las formaciones sindicalistas tapizaron el corazón de la capital entre pancartas, banderas y globos con mensajes pidiendo un trabajo digno y poner freno al paro, portados por trabajadores de toda España.
Una vez finalizada la marcha, desfilaron por el escenario habilitado para la ocasión, no sólo lo líderes sindicales en España, sino también representantes del sindicalismo portugués. En este punto, el secretario general de CCOO, el único que fue interrumpido por las ovaciones, pidió a la CE que salga de la "atonía y la dispersión" para acometer medidas dirigidas a construir una verdadera Europa social.
Asimismo, lanzó un mensaje al Gobierno español: "Hay que ponerse al tajo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haría bien en llamar hoy mismo a los agentes sociales para ponerse a trabajar", señaló Toxo.
Por su parte, el secretario general de UGT, indicó que, desde la "fuerza democrática y la autoridad moral de los trabajadores", es preciso exigir un cambio de rumbo en el proceso de construcción de la UE y aseguró que la CE es un ejemplo de "impotencia sin presente ni futuro". En el ámbito nacional, pidió al Gobierno que pase de "las palabras a los actos" a través del diálogo social.