(Libertad Digital) Algunos las tacharán de ingeniosas, el propio Zapatero habla de soluciones "singulares", para otros, en cambio, son únicamente propuestas estrambóticas. Desde que la crisis comenzó a hacerse más evidente, el Ejecutivo se ha dedicado a tratar de dar golpes de efecto con propuestas, cuando menos, llamativas.
Comer conejo en Navidad para frenar la inflación
Una de las primeras dificultades que atacó el bolsillo de los españoles, fue el alza de precios. Precisamente, un problema que apareció en fechas señaladas, las fiestas de Navidad. La inflación cerró el mes de noviembre en el 4,1 por ciento. Los productos básicos, como los de alimentación, alcanzaban tasas del 6 por ciento (el doble que los salarios). Los consumidores comenzaban a apretarse el cinturón y evitaban los productos más caros para elaborar sus respectivos menús para las fiestas.
Una situación que, entonces, el Gobierno tachó de "transitoria" el alza de precios y daba a los españoles la receta para capear la inflación durante la Navidad. En aquellos días el secretario general de Agricultura y Alimentación, Josep Puxeu, aconsejaba a los consumidores elegir alimentos que no hayan subido su precio, al menos de momento, como el conejo, "una carne sana, ligera, muy apetecible y barata". La consecuencia directa de esta recomendación del Ejecutivo fue un espectacular aumento del precio de la carne de este animal de granja.
La subida de precios ha sido una constante desde entonces. El ejecutivo se ha afanado en culpar de la misma a "factores externos", concretamente al petróleo y los cereales. Después de achacar la subida de los precios del crudo a la guerra de Irak y a los gobiernos del PP, Zapatero llegó recientemente a un acuerdo con el golpista venezolano Hugo Chávez para comprar petróleo a 100 dólares por barril, a cambio de crear una agencia que destinara los fondos a proyectos de desarrollo en el país iberoamericano. Junto a Argentina, Cuba e Irán, Venezuela es considerado por el Banco de España como un país de "alto riesgo"
400 euros para incentivar el consumo
Una de las primeras consecuencias que tuvo el brusco repunte de la inflación fue un frenazo histórico en el consumo al por menor. Con las elecciones a la vuelta de la esquina y apremiado por la necesidad de incentivar el consumo para reactivar la economía, Zapatero prometió que si volvía a ser elegido presidente del Gobierno, devolvería a los contribuyentes 400 euros en la declaración de la renta de 2004.
Meses más tarde y después de que el PSOE ganara las elecciones el Consejo de Ministros aprobaba el Real Decreto que modifica el Reglamento del IRPF para aplicar la deducción fiscal de 400 euros prometida por Zapatero. Sin embargo, la medida (cuantificada en una inyección de 6.000 millones de euros) ha dejado fuera a los mileuristas y a la mayoría de los pensionistas españoles, ya que "tan sólo afecta a aquellos que tengan saldo suficiente", según la Agencia Tributaria. Es decir, a quienes Hacienda retiene, al menos, 400 euros al año de sus retribuciones económicas.
Ahorro energético con coches eléctricos y bombillas de bajo consumo
En cuanto al plan de ahorro energético, el Ejecutivo ha vuelto a rehuir el debate sobre la energía nuclear, en cambio, para reducir la dependencia energética española el ministro de Industria, Miguel Sebastián, propuso este verano, subir la temperatura en los centros comerciales, apostar por las renovables, los coches eléctricos, reduciendo las velocidades máximas en carretera y regalando una bombilla de bajo consumo a todos los españoles.
En concreto, Sebastián dijo que "el vehículo eléctrico es el futuro y el motor de la revolución industrial". Según avanzó LD, este nuevo brindis al sol de Sebastián tiene trampa. El PSOE rechazó de forma absoluta la energía nuclear en España en su programa electoral. Una apuesta que choca frontalmente con el plan de ahorro energético del nuevo ministro de Industria.
El proyecto de Sebastián, establece que en 2014 habrá un millón de vehículos eléctricos circulando por las carreteras españolas, lo que, según dijo, reducirá el consumo de productos derivados del petróleo y las emisiones de gases nocivos. No obstante, según fuentes de los fabricantes de automóviles, los cálculos arrojan un consumo medio de 10.000 kilovatios por hora por coche y año. Esto supondría que el millón de vehículos eléctricos prometidos por Sebastián necesitarán 10.000 millones de Kwh anuales.
En España se consumen unos 260.000 millones de Kwh en la actualidad, de forma que la propuesta de industria exigiría aumentar la producción real un 3,8 por ciento. Según la patronal eléctrica UNESA, la demanda eléctrica va a crecer un 3 por ciento anual, pero si se añade la apuesta de Sebastián, el incremento total de la producción deberá ser, al menos del 6,8 por ciento. Según fuentes consultadas por LD, este incremento de la oferta eléctrica no puede provenir del actual mix de generación sin aumentar la dependencia del petróleo y exigiría, al menos, la construcción de dos nuevas centrales nucleares.
En cuanto a la propuesta de regalar una bombilla de bajo consumo a todos los españoles, el PP cifró en 400 millones de euros el coste de la medida.
Guardabosques para frenar el paro
La última ocurrencia del Ejecutivo ha llegado tras un histórico dato de destrucción de empleo en España. Zapatero anuncia su comparecencia en el Congreso y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho avanza alguna de las medidas que tomará para reducir el desempleo.
Según ha adelantado el titular de Trabajo, su intención es que los desempleados trabajen en actividades de interés colectivo, como la prevención de incendios, la rehabilitación de viviendas sociales, la conservación de espacios naturales o determinados servicios a la comunidad y a colectivos con dificultades, durante el tiempo que permanezcan en paro. El objetivo es dar ocupación a un mínimo de 100.000 desempleados en 2009. Según Trabajo, el desempleo en España "aún no ha tocado techo".