Las cuentas públicas están siendo un constante quebradero de cabeza en los últimos meses. Los números rojos acosan al Estado y a las autonomías, que han visto como las agencias de calificación rebajaban sus notas, ante las dudas de que puedan seguir cumpliendo con sus obligaciones. La Fundación FAES presentó el pasado lunes a la junta directiva del PP su documento Financiación Autonómica: propuestas de futuro. José María Aznar, presidente de Faes, entregó a Mariano Rajoy el informe de 184 páginas con el análisis de la situación actual y las sugerencias para los próximos años.
Los autores del Informe, Julio Gómez-Pomar, Mario Garcés y Gabriel Elorriaga, aseguran que "no existen ya márgenes" para más cesiones desde el Estado central a las autonomías, por lo que "hay claros síntomas de agotamiento del modelo. De esta manera, se habría producido una "pérdida de poder del Gobierno central para actuar como agente disciplinador del comportamiento financiero de las CCAA" lo que ha llevado a que crezca el déficit público en estas administraciones.
Con este análisis, FAES plantea varias posibles soluciones destinadas todas ellas a mejorar la eficiencia en el gasto de las diferentes administraciones y a garantizar servicios más eficaces y menos costosos para los contribuyentes.
En primer lugar, el informe pide "establecer límites adicionales al endeudamiento e, incluso, promover su completa desaparición en los niveles subcentrales de Gobierno". Los autores exigen de esta manera que se acabe con el descontrol del gasto autonómico, que ha llevado a las empresas públicas dependientes de los gobiernos regionales a crecer de 1.537 a casi 2000 en los últimos seis años.
Para conseguir estos objetivos, defienden que es "imprescindible alcanzar nuevos acuerdos constitucionales que permitan redefinir el modelo para garantizar su viabilidad y estabilidad futuras". Entre estos nuevos pactos se sugiere la posibilidad de "adecuar el tamaño de los receptores de la descentralización", tanto en lo que hace referencia a los municipios como las autonomías. Respecto a los ayuntamientos, califica de "interesante" la decisión griega de suprimir los municipios con menos de 10.000 habitantes. En cuanto a las regiones, aboga por "estimular la cooperación" o, incluso, entrar en un proceso de redimensión de las autonomías similar a la que acometió Alemania hace unos años.
Todos estos cambios deben realizarse manteniendo "unos elementos básicos de cohesión en un entorno de fuerte autonomía financiera regional". Una situación que hace que los autores se pregunten si no sería necesario establecer "nuevos fondos [de cohesión] nacionales específicos" similares a los que funcionan a nivel europeo.
Por supuesto, para conseguir todos estos fines es imprescindible "mejorar la transparencia del sistema autonómico de ingresos públicos", aunque los autores mantienen que se puede logar con un sistema tributario único como el actual, puesto que la doble imposición puede ser "una fuente de distorsiones económicas muy indeseables".