LD (L. Ramírez) La reforma del sistema de pensiones español, cuyo borrador está ya en manos de los diputados que integran la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, arroja sus primeras víctimas: las mujeres que, tras tener hijos, abandonan el mercado laboral para cuidar de sus retoños para, después de unos años, volver a trabajar.
Así lo admite un informe encargado por la Seguridad Social a la consultora Labour Asociados al que ha tenido acceso LD y que ha sido subvencionado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. El estudio revela que si se amplia el periodo de cálculo de las prestaciones por jubilación a toda la vida laboral de los ciudadanos –frente a los 15 años que se contabilizan en la actualidad- la rebaja de las pensiones será del 30%.
El informe señala que la intención de PSOE y PP de acometer esta reforma en los próximos años “tendrá una consecuencia importante, como es la existencia de periodos temporales de abandono de la vida laboral que ahora quedan fuera del cómputo de la base reguladora, pero que podrían pasar a estar dentro si este se alargara”.
En concreto, la consultora afirma que “este fenómeno afectaría fundamentalmente a las mujeres que abandonan la actividad laboral por unos años como consecuencia de la maternidad”.
De hecho, como se puede comprobar en el cuadro siguiente, aunque la tasa de actividad femenina desciende progresivamente a partir de los 40 años, este movimiento esconde un comportamiento en forma de “U” para los colectivos con un mayor nivel educativo (más intenso en el caso de la educación secundaria de segundo ciclo y menos en el caso de la educación terciaria.
En el gráfico “se aprecia claramente”, explica el estudio, “como en la actualidad ese periodo de abandono temporal de la actividad laboral quedaría fuera del periodo vigente de cálculo de la base reguladora de 15 años, pasando a quedar dentro de éste si el periodo fuera mayor”.
No obstante, advierte la consultora, “al no ser la Encuesta de Población Activa una encuesta longitudinal, no se puede afirmar en sentido estricto que la caída de la tasa de actividad de estos colectivos de los 30-40 a los 50 años sea el resultado de mujeres que abandonan temporalmente la actividad para reincorporarse a ésta transcurrido el periodo de crianza de los hijos, y no el fruto de la combinación de abandonos permanentes e incorporaciones tardías, pero parece razonable pensar que el primer comportamiento prima sobre el segundo”.
El estudio concluye explicando que, junto con esta salida momentánea del mercado de trabajo, “también probable que algunas mujeres, sin dejar su puesto laboral, opten por trabajar a tiempo parcial para compatibilizar la vida laboral y familiar en esos años de mayores obligaciones familiares asociadas al cuidado de los hijos”, lo que también repercutiría en una reducción de la pensión por jubilación de incluirse estos años en el periodo de cálculo, tal como plantean PSOE y PP.