(Libertad Digital) Los malos augurios se han cumplido. El despilfarro del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, que ha dilapidado el superávit de las cuentas públicas españolas en un tiempo récord y ha dejado la caja estatal con un saldo negativo de más de 13.000 millones de euros, ha generado el miedo en los mercados internacionales interesados en España.
Los analistas avanzaban ya en diciembre que la calidad de la deuda que el Estado emite para financiar el déficit estaba en serio riesgo de rebaja por los gastos comprometidos por el Gobierno, un montante que, incluyendo avales a los bancos, inyecciones de dinero a las entidades financieras y otras medidas anticrisis asciende a 250.000 millones de euros, el 30% del Producto Interior Bruto (PIB).
Pues bien, el comienzo del año trae malas noticias para el Tesoro. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's informó este lunes que ha situado el “rating” (calificación) a largo plazo del Reino de España, actualmente situado en “AAA” (el máximo) bajo vigilancia "con implicación negativa" por los "considerables desafíos" a los que se enfrenta la economía del país.
Esta decisión de colocar la calificación de España bajo vigilancia con implicación negativa refleja la visión de S&P respecto a los "considerables desafíos a los que se enfrenta la economía española", dijo el analista de la agencia de calificación, Trevor Cullinan.
En este sentido, indicó que la economía española atraviesa un periodo de "crecimiento muy débil" y un periodo sostenido de desapalancamiento. "El probable resultado de estos factores será una tasa de potencial de crecimiento mucho más débil a medio plazo de la experimentada en la última década", dijo Cullinan, quien también auguró un "sustancial empeoramiento" de las finanzas públicas.
"Bajada económica prolongada"
En opinión de S&P, el fuerte crecimiento de España en los últimos años apoyado en el crédito ha provocado una serie de desequilibrios, que quedan reflejados en el considerable déficit por cuenta corriente del país, que rondó en 2008 el 10% del PIB.
"Debido a la necesidad del sector privado de reestructurar y desapalancar sus balances, pensamos que el relajamiento del déficit incrementa las probabilidades de una bajada económica prolongada. En cualquier caso, esperamos que el reequilibrio de la economía hacía un modelo de crecimiento más sostenible llevará a un crecimiento débil a medio plazo", explicó la agencia.
Asimismo, S&P advirtió de que, pese a la "relativamente fuerte" posición de partida, las finanzas públicas se deteriorarán de manera "acusada" y apuntó que el déficit gubernamental podría mantenerse "bien por encima" del 3% hasta 2011, pudiendo alcanzar su cenit en 2009, cuando podría superar el 6%.
De este modo, la agencia señaló que a medio plazo parece existir la necesidad de que se produzca una reducción en el gasto a un nivel más proporcionado con los menores ingresos y las perspectivas de crecimiento más débiles.
"Cambio potencial, pero no inevitable"
La decisión de situar el "rating" de España bajo vigilancia con implicación negativa representa un cambio potencial a corto plazo, pero no inevitable, en la calificación del país.
A este respecto, la agencia apuntó que la resolución respecto a esta medida probablemente se tomará este mes a la espera de recibir más información por parte de las autoridades españolas respecto a su respuesta al deterioro tanto de la economía como de las finanzas públicas.
"Estamos inmersos en el proceso de valoración de las consecuencias fiscales de la actual recesión y el recorte de perspectivas de crecimiento, lo que se espera que lleve a un reequilibrio a medio y largo plazo de la economía española, y a un debilitamiento significativo de la posición presupuestaria del Gobierno", añadió Cullinan.
La decisión adoptada por S&P implica también que todas aquellas instituciones cuyos '"ratings" están vinculados a la calificación soberana pasen a estar bajo vigilancia negativa.
De este modo, la calificación "AAA" a largo plazo del Instituto de Credito Oficial (ICO), la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y de la Corporacion de Reservas Estrategicas de Productos Petroliferos (CORES) pasa a estar bajo vigilancia negativa, mientras se mantiene su calificación "A-1+" a corto plazo.
Por otro lado, S&P indicó que ha situado también en vigilancia con implicaciones negativas la calificación crediticia a largo plazo de l País Vasco y Navarra , ambas con calificación a largo plazo "AAA".