Según recoge el portal inmobiliario El Idealista, el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha rebajado las previsiones económicas para nuestro país, hace también algunas advertencias sobre nuestro mercado inmobiliario.
El citado informe recoge, en uno de sus apartados, la accesibilidad a una vivienda respecto a la media histórica de salarios y precios del alquiler. Unos parámetros que permiten averiguar si la vivienda es cara o barata. En este apartado, la OCDE elabora un cuadro en el que compara los datos relativos a España con los de los 16 países más desarrollados del mundo.
Los resultados, no dejan lugar a dudas, España tiene las viviendas más inaccesibles e inalcanzables para los bolsillos de sus ciudadanos que todos los países avanzados (EEUU, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá, Australia, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Suecia y Suiza ), y eso que desde Vivienda, Corredor seguía insistiendo, hasta hace poco, que era un buen momento para comprar vivienda.
Según el informe de la OCDE, los datos demuestran que el tamaño de la burbuja inmobiliaria en España es aún considerable respecto a los precios históricos y al poder adquisitivo de los españoles. En concreto, el precio de la vivienda está un 72% por encima de la media histórica si se analiza el precio como relación entre el importe de venta respecto al de alquiler de una casa.
Este dato puede ser dado la vuelta y concluiría que España es el país donde es más barato estar de alquiler si se tienen en cuenta los actuales precios de venta. Hay países, como Japón, Alemania y Suiza donde la situación es inversa
Además, la vivienda está un 38% más cara en relación al histórico de sueldos, lo que le convierte en conjunto el país donde la vivienda es más inaccesible respecto a la media histórica. este ratio, España sólo es superado por Holanda (que tiene un sobreprecio del 45%).
Por otro lado, otros países como EEUU, Japón, Alemania, Finlandia y Suiza, tienen el precio de la vivienda por debajo del precio histórico en función de los salarios.