LD (M. Llamas) La luz roja se ha encendido en el seno de la UE. Todas las alarmas saltaron a raíz de una declaraciones de la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, al medio alemán Handelsblatt. "Hay ideas para una solución europea", que serán tratadas en una reunión prevista este sábado con los líderes políticos de Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña, junto al presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
El encuentro tiene por objetivo "preparar la contribución de los miembros europeos del G8 a los próximos encuentros de este tipo dedicados a la crisis financiera internacional", según un comunicado de la Presidencia gala.
La idea consiste en crear un fondo europeo próximo a los 300.000 millones de euros para rescatar a los bancos continentales en riesgo, tras la quiebra de Dexia, Fortis, B&B y el alemán Hypo Real Estate. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo país ostenta la Presidencia Europea, está buscando el apoyo del primer ministro británico, Gordon Brown, antes de que se celebre la citada cumbre de emergencia.
Sarkozy está negociando con los líderes europeos la creación de un colchón público similar al aprobado este miércoles por el Senado de EEUU, con el objetivo de salvar a las entidades en quiebra cuando las autoridades nacionales sean incapaces de intervenir. De hecho, algo similar ha ocurrido tras la caída de Fortis y Dexia, en donde distintos países se han coordinado para acudir al rescate.
La propuesta francesa fue recibida con escepticismo en Gran Bretaña y ha sido rechazada abiertamente por Alemania, informa Times. De hecho, el Ministerio de Finanzas francés desmintió "categóricamente" tales informaciones poco después. Sin embargo, entre la confusión reinante, admitió posteriormente que dicho plan estaba encima de la mesa de las autoridades europeas y que partía de Holanda, aunque negó que el coste fuera de 300.000 millones.
Alemania rechaza el salvamento
Ante esta situación, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló que su Gobierno no está dispuesto a otorgar un cheque en blanco a todos los bancos, "independientemente de si se comportan o no de manera responsable".
Además ha exigido que, ante la crisis financiera que asola los mercados mundiales, se desarrollen con urgencia "sistemas de seguridad y de alarma preventiva" para evitar que se repitan ese tipo de acontecimientos.
"No puede ser que cualquier profesional manual tenga que trabajar respetando las normas DIN y que numerosos aparatos deban pasar una inspección técnica, mientras en los mercados financieros circulan productos por valor de miles de millones sin suficientes reglas de control", afirma Merkel en declaraciones que publica este jueves el rotativo Bild.
La canciller alemana rechaza, sin embargo y tras aprobar un paquete de rescate de 35.000 millones de euros para la financiera inmobiliaria Hypo Real Estate (HRE), garantizar por adelantado a todos los bancos alemanes una amplia ayuda estatal.
"No puede ser que cualquier profesional manual tenga que trabajar respetando las normas DIN y que numerosos aparatos deban pasar una inspección técnica, mientras en los mercados financieros circulan productos por valor de miles de millones sin suficientes reglas de control", afirma Merkel en declaraciones que publica este jueves el rotativo Bild.
La canciller alemana rechaza, sin embargo y tras aprobar un paquete de rescate de 35.000 millones de euros para la financiera inmobiliaria Hypo Real Estate (HRE), garantizar por adelantado a todos los bancos alemanes una amplia ayuda estatal.
El GObierno francés comprará 30.000 viviendas
Asimismo, Sarkozy anunció la compra a precio reducido por parte del Estado de más de 30.000 viviendas cuyos trabajos de construcción no han comenzado por el miedo a que no se vendan, con el fin de apoyar al sector de la construcción. Y es que, Francia se enfrenta a su particular debacle inmobiliaria, tal y como avanzó LD.
De esta manera, se evita "la anulación o el aplazamiento de las operaciones, lo que permitirá apoyar la construcción de viviendas en Francia", indicó el Elíseo en un comunicado. El presidente ha decidido así intervenir de manera "fuerte" para que los programas inmobiliarios en curso puedan finalizarse. La decisión se tomó tras una reunión entre el Sarkozy, el primer ministro, François Fillon, la ministra de Economía, Christine Largarde, y sus homólogos de Presupuesto, Eric Woerth, y de Vivienda, Christine Boutin, informa Efe.
La banca británica solicita ampliar garantías como Irlanda
Por su parte, Brown estudia la creación de un comité de crisis ante las turbulencias financieras que sacuden Gran Bretaña. Entre los temas a tratar, el Ejecutivo británico tendrá que afrontar el descontento que ha levantado entre la banca del país la decisión unilateral de Irlanda para garantizar los depósitos bancarios durante dos años. Y es que, tras el anuncio, las entidades del Reino temen una huída de depósitos bancarios al país vecino.
Así, la Asociación de Banqueros Británicos denunció que la medida irlandesa atentaba contra la normativa de competencia, y reclamó al Gobierno británico que respondiera con una aprobación de garantías similar a la de Irlanda.
Gran Bretaña teme una fuga de dinero de los ahorradores hacia Irlanda por la garantía que este país se dispone a ofrecer a los depósitos bancarios durante los próximos dos años.
Según algunas fuentes, millones de libras han salido ya de la banca británica para refugiarse en las entidades de ahorro de la isla vecina. El ministro británico de Economía, Alistair Darling, llamó dos veces a su colega irlandés, Brian Lenihan, para señalarle que esa garantía es un problema para la banca británica y podría debilitar a la libra, informa hoy el diario The Guardian.
Lenihan explicó a Darling, según el periódico, que la decisión del Gobierno irlandés no era algo planeado, sino una medida de urgencia para evitar un colapso de su sector financiero. Darling hizo esas llamadas tras recibir indicios de que numerosos ahorradores británicos estaban abriendo cuentas en bancos vinculados a Irlanda.
El ministro británico instó a su colega irlandés a extender la garantía de los depósitos, inicialmente limitada a los seis mayores bancos de ese país, a las entidades británicas que operan allí, entre las que destacan el Royal Bank of Scotland y HBOS.
Según algunas fuentes, millones de libras han salido ya de la banca británica para refugiarse en las entidades de ahorro de la isla vecina. El ministro británico de Economía, Alistair Darling, llamó dos veces a su colega irlandés, Brian Lenihan, para señalarle que esa garantía es un problema para la banca británica y podría debilitar a la libra, informa hoy el diario The Guardian.
Lenihan explicó a Darling, según el periódico, que la decisión del Gobierno irlandés no era algo planeado, sino una medida de urgencia para evitar un colapso de su sector financiero. Darling hizo esas llamadas tras recibir indicios de que numerosos ahorradores británicos estaban abriendo cuentas en bancos vinculados a Irlanda.
El ministro británico instó a su colega irlandés a extender la garantía de los depósitos, inicialmente limitada a los seis mayores bancos de ese país, a las entidades británicas que operan allí, entre las que destacan el Royal Bank of Scotland y HBOS.
Irlanda estudia extender la garantía a bancos británicos
A última hora del miércoles, Lenihan insinuó que estudiaría la posibilidad de incluir en la garantía a algunos bancos extranjeros con fuerte presencia en Irlanda. La garantía irlandesa cubre los depósitos en los bancos Allied Irish Bank,Bank of Ireland, Anglo Irish Bank, Irish Life & Permanente, Irish Nationwide Building Society y Education Building Society.
En el Reino Unido, tan sólo el nacionalizado Northern Rock, el banco de Correos (Post Office), gestionado por el Banco de Irlanda, y National Savings & Investments, entidad oficial de ahorro, garantizan el cien por cien de los ahorros.
La banca británica tan sólo garantiza hasta 44.100 euros
Como consecuencia de esa garantía, muchos británicos están llevando a esas entidades sus ahorros en detrimento del resto de la banca comercial. El Gobierno británico garantiza hasta ahora los depósitos tan sólo hasta 35.000 libras (44.100 euros) aunque el Gobierno pretende elevar eventualmente la protección hasta 50.000 libras (63.000 euros). Se calcula que 1,2 millones de ahorradores británicos tienen depósitos de más de 35.000 libras y que en 600.000 casos ésos superan las 50.000 libras.
Según Merlin Stone, especialista en ahorros de la Bristol Business School, la actual situación se debe en parte a que el primer ministro, Gordon Brown, "es incapaz de comprender cómo piensa el ahorrador medio". "La gente está presa del pánico y cree que el Gobierno no se preocupa de los ahorradores de clase media", explica Stone.
La CE incrementa las garantías financieras
Por su parte, la Comisión Europea quiere garantizar que las entidades financieras evalúan correctamente el riesgo asociado a los nuevos instrumentos de inversión -como las hipotecas titulizadas- y, para ello, propone obligarles a quedarse como mínimo el 5 por ciento del total de esos productos que coloquen entre los inversores.
El Ejecutivo de la UE presentó el miércoles su propuesta para modificar la norma que regula los fondos que cada entidad debe tener para garantizar sus riesgos, con el objetivo de reforzar la estabilidad del sistema financiero, reducir la exposición al riesgo y mejorar la supervisión de los bancos que operan en más de un Estado miembro.
Aunque el equipo del comisario del Mercado Interior, Charlie McCreevy, lleva meses trabajando en esta iniciativa su presentación llega en un contexto especialmente turbulento para el sector financiero, con numerosas entidades sumidas en crisis y sucesivos anuncios de rescate público para evitar quiebras.
McCreevy señaló que tales propuestas suponen una base a partir de la cual trabajar para aumentar la estabilidad del sistema financiero. Aún así, recalcó que "la situación actual no se debe a la falta de reglas", ya que el sector financiero y el bancario son "lo más regulados".
El comisario reconoció que le hubiera gustado que fuera mayor la cifra del 5 por ciento de los productos financieros estructurados que las entidades financieras deben conservar en sus carteras, y dejó claro que si el Consejo de Ministros y el Parlamento acuerdan una cifra mayor "no tendré ningún problema".
El Ejecutivo de la UE presentó el miércoles su propuesta para modificar la norma que regula los fondos que cada entidad debe tener para garantizar sus riesgos, con el objetivo de reforzar la estabilidad del sistema financiero, reducir la exposición al riesgo y mejorar la supervisión de los bancos que operan en más de un Estado miembro.
Aunque el equipo del comisario del Mercado Interior, Charlie McCreevy, lleva meses trabajando en esta iniciativa su presentación llega en un contexto especialmente turbulento para el sector financiero, con numerosas entidades sumidas en crisis y sucesivos anuncios de rescate público para evitar quiebras.
McCreevy señaló que tales propuestas suponen una base a partir de la cual trabajar para aumentar la estabilidad del sistema financiero. Aún así, recalcó que "la situación actual no se debe a la falta de reglas", ya que el sector financiero y el bancario son "lo más regulados".
El comisario reconoció que le hubiera gustado que fuera mayor la cifra del 5 por ciento de los productos financieros estructurados que las entidades financieras deben conservar en sus carteras, y dejó claro que si el Consejo de Ministros y el Parlamento acuerdan una cifra mayor "no tendré ningún problema".
Además, se establecerán unos criterios claros a nivel de la UE para determinar en qué medida los instrumentos "híbridos", esto es, aquellos que presentan a la vez características de acciones y de obligaciones, podrán considerarse fondos propios, cuyo nivel determina el importe de los préstamos que un banco puede conceder.
Nacen los "colegios de supervisores" europeos
Bruselas es consciente de que las reservas bancarias no pueden cubrir las cuantiosas pérdidas que está provocando la iliquidez y depreciación de complejos productos financieros (derivados) que, de hecho, han provocado la quiebra de importantes entidades.
Bruselas es consciente de que las reservas bancarias no pueden cubrir las cuantiosas pérdidas que está provocando la iliquidez y depreciación de complejos productos financieros (derivados) que, de hecho, han provocado la quiebra de importantes entidades.
Para restaurar la confianza en estos productos y mejorar su evaluación por parte de los emisores, plantea obligarles a conservar una parte del riesgo que transfieren a los inversores. A juicio de la Comisión, esta medida contribuirá, entre otras cosas, a normalizar el funcionamiento del mercado hipotecario.
"Lo que intentamos hacer con esta propuesta es de cara al futuro, para que no vuelva a haber crisis de este tipo", afirmó McCreevy. Otra novedad que incluye la propuesta de la Comisión es la creación de "colegios de supervisores" encargados de vigilar a los bancos con presencia transfronteriza.
Estos "supervisores" examinarán y coordinarán la gestión del riesgo de liquidez de los grupos bancarios que operan en varios países de la UE. Es decir, la forma en que estos financian sus operaciones día a día. Estas disposiciones son el fruto de los actuales trabajos del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea y del Comité de supervisores bancarios europeos.
Mayor control en el mercado interbancario
Además, los bancos no podrán prestar a un único prestatario por encima de un determinado límite, y las entidades que tomen fondos prestados estarán sometidos a restricciones en cuanto al importe y al origen de sus empréstitos.
Para reducir los riesgos asociados a la interconexión entre entidades, propone limitar la exposición a terceros al 25 por ciento de los fondos propios o, para las entidades más pequeñas y menos sofisticadas, como las cajas de ahorro, a 150 millones de euros -la cantidad más alta en cada caso-.
Bruselas considera esta normativa especialmente relevante y espera una tramitación rápida tanto en el Parlamento Europeo como por parte de los Estados miembros, de manera que pueda estar aprobada en la primavera de 2009. Los países deberán trasladar la norma a su legislación nacional antes del 31 de enero de 2010, para comenzar a aplicarla el 31 de marzo.